Cajamar aborda cómo optimizar el uso de control biológico en los invernaderos

El control biológico es la base del control de plagas en la mayoría de los invernaderos almerienses. No obstante, en el cultivo de cucurbitáceas aún queda camino por recorrer. La Fundación Cajamar abordó el pasado 17 de diciembre en el Salón de Actos que posee en la capital almeriense el El III Seminario Técnico Agronómico 'Optimización y consolidación del control biológico en invernaderos' organizado por Coexphal, Hortyfruta y Cajamar.

La jornada se centró en las posibilidades de mejorar los cultivos de cucurbitáceas y, en general, los cultivos de verano, después de que Jan van der Blom presentó los resultados de la campaña 'I Love Bichos' en la que se han realizado más de 1.100 encuestas entre agricultores. Los resultados dan una idea del excelente grado de implementación del control biológico en los diferentes cultivos, así como los puntos fuertes y débiles del sistema.

Puesto que muchos productores de cucurbitáceas no optan por el control biológico, el reto está en convencer de que se trata de la mejor alternativa. José Eduardo Belda, de Koppert, mostró los recientes resultados de su grupo en I+D. Enric Vilá, de Agrobío, presentó los ensayos de I+D que están llevando a cabo y donde demuestran que poblaciones de ácaros depredadores pueden ser notablemente reforzadas a través de aportaciones de alimento especial ('espolvoreado' sobre el cultivo). Para terminar, Jan van der Blom, de Coexphal, abordó cómo desde que en 2010 Coexphal detectara parasitismo de Tuta absoluta en algunos invernaderos, éstos se han vuelto muy comunes siendo perfectamente capaces de controlar la plaga.