Capri elabora el tradicional roscón de Reyes 100% artesanal
La confitería, localizada en la calle Navarro Rodrigo, comenzó ayer a elaborar el tradicional producto Su lema: dar calidad y servicio con personal profesional y materias primas nobles
"Los roscones de pastelería destacan por su buena calidad tanto de la masa como del relleno", así lo mantiene un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que en un análisis a partir de productos de pastelería y supermercados hace prevalecer los primeros frente a los segundos. A partir de aquí, cada maestrillo tiene su librillo y el de la confitería Capri, en la calle Navarro Rodrigo, consiste en la apuesta por materia de calidad y la artesanía.
En el establecimiento, que dispone de obrador, se elaboran todos los productos de confitería, "todo lo que se vende aquí es primordialmente artesano", señala David Amate, gerente de la empresa, quien añade: "Nosotros tenemos un lema, que es dar calidad y servicio con personal profesional y empleando materias primas nobles, cuanto más naturales mejor". Respecto al roscón de Reyes, Capri utiliza la misma receta desde que abrió. Amate destaca que este producto en cuanto a ventas siempre ha ido en aumento, aunque reconoce que ha caído algo en los últimos años por la situación económica actual, "aguantamos un poco los precios para poder llegar a más gente que pueda disfrutar del roscón". Este producto se oferta en tres tamaños, uno más pequeño para unas seis personas, otro mediano para ocho o diez porciones y otro más grande para diez o doce raciones. "También los hacemos de otras dimensiones mayores, pero sólo por encargo". Capri comenzó la elaboración de los roscones ayer y no cesarán hasta avanzado el día de hoy e incluso hasta mañana. La empresa hace una estimación de las ventas con la experiencia acumulada, por lo que, a no ser casos especiales como los mencionados, no se solicitan con antelación los roscones, sino que la casa intenta que no escaseen, a no ser porque el horno esté ocupado y los clientes deban esperar unos diez minutos para recogerlo, "ese es el precio de trabajar artesanalmente y en condiciones naturales".
El roscón artesanal que se elabora en esta confitería de la capital consiste básicamente, como detalla Amate, en una masa que incorpora huevo, miel, agua de azahar, zumo de naranja natural, que se exprime en el acto para aromatizar el roscón y "saber darle su punto de horno. No es muy complicado, pero hacen falta muchos años para saber hacerlo bien".
El próximo 24 de enero, Capri cumplirá su primer aniversario en la calle Navarro Rodrigo. El antiguo enclave del establecimiento, localizado en Méndez Nuñez, está hoy destinado exclusivamente a cafetería, si bien dispone de productos de confitería pero para consumo en la misma, de forma que para adquirir y llevar cualquier producto de esta casa el lugar es la nueva instalación.
El padre de David Amate junto a otro señor fueron los que adquirieron en los 70 el establecimiento ubicado en Méndez Núñez. Hoy la saga familiar continúa, ya que éste comparte con su hijo José David la gerencia del negocio, si bien el primero destaca la labor de toda la plantilla, que suma una docena de trabajadores de media, "somos un equipo y tenemos que trabajar unidos tanto la gerencia como todas las personas que estamos aquí", señala.
El hecho de una nueva apertura hace un año, tal y como indica el gerente, se debió a la necesidad de expandir el negocio, ya que en el anterior enclave la empresa estaba bastante limitada, "no podíamos ya dar un servicio como a nosotros nos gusta ni tener una exposición de productos como la de ahora que permite mostrar un mayor surtido. También la capacidad para cafetería y confitería era limitada, cosa que en Navarro Rodrigo no sucede. Estoy muy satisfecho con el local y con el equipo humano que en él trabaja".
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