Control de vegetación

Coag Almería alerta del mal estado de cauces y ramblas ante la temporada de lluvias

  • Agricultores y ganaderos almerienses ponen la voz de alarma sobre el abandono de cauces y ramblas y sobre las posibles consecuencias que la acumulación de vegetación puede provocar en las explotaciones agropecuarias colindantes

Imagen del estado de la rambla de Níjar remitida por Coag Almería

Imagen del estado de la rambla de Níjar remitida por Coag Almería / Diario de Almería

Los titulares de esta semana nos despiertan cada mañana con avisos de alerta por la llegada de una borrasca atlántica, la primera de la temporada de lluvias. Un acontecimiento al que ya nos está acostumbrando el cambio climático y que cada año llega con temporales de mayor virulencia y agresividad.

“Las advertencias no pueden sorprender a nadie. Ante el estado del clima actual y gracias a los modelos meteorológicos, cada día más certeros, es incomprensible que no se lleve a cabo un control de la vegetación de las canalizaciones que recogen el agua de lluvia con la suficiente previsión y planificación pues su abandono puede suponer graves destrozos e inundaciones en las explotaciones agropecuarias colindantes a ramblas o cauces”, asegura Andrés Góngora, secretario Provincial de COAG Almería, al hacerse eco de la denuncia que agricultores y ganaderos de toda la provincia han hecho llegar a la organización, siendo testigos directos del mal estado de las ramblas y cauces provinciales.

Las gotas frías son especialmente dañinas para la provincia de Almería dadas sus peculiares características climáticas y geográficas, con sequías más rigurosas cada año y con terrenos especialmente áridos y propicios a la erosión. Sin embargo, los efectos de las DANA’s pueden ser contrarrestados con previsión, una buena planificación y una exhaustiva labor de vigilancia por parte de las administraciones públicas. En este sentido, “es especialmente importante el mantenimiento de la limpieza en afluentes y cauces -continúa explicando Góngora-. Ahora hay que tomar medidas de urgencia porque los trabajos no han sido afrontados con la suficiente previsión y nos estamos encontrando los cauces obstruidos por maleza, retamas y plantas, así como restos de otras basuras. Las consecuencias pueden ser muy perjudiciales tanto para la agricultura como para la población o incluso el medio ambiente”.

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