Coag consigue 'abolir' el bolo ruminal en pos del crotal para ovino

El MARM ha aprobado el uso del nuevo dispositivo electrónico de identificación para pequeños rumiantes · Los ganaderos y las organizaciones llevaban tres años pidiéndolo

La cabaña de caprino es una de las más importantes a nivel nacional, con 200.000 cabezas.
La cabaña de caprino es una de las más importantes a nivel nacional, con 200.000 cabezas.
Virginia Hernández / Almería

03 de octubre 2009 - 01:00

Han hecho falta más de tres años de reivindicaciones, como aquella en la que los ganaderos almerienses llegaron a cortar la autovía A-92 en 2007, pero ha valido la pena. Finalmente el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) ha aprobado el uso de crotal electrónico en la identificación del ganado ovino, que afectará a un total de 14.000 explotaciones en toda Andalucía.

No obstante, su aplicación tardará aún unos meses en llegar. "Depende de la urgencia que quieran darle", Antonio Rodríguez, responsable del sector ovino y caprino de Coag Andalucía, "pero seguro que no será antes de medio año".

Con esta medida Coag consigue que se cumpla su reivindicación de ampliar los distintos tipos de dispositivo electrónico para la identificación de pequeños rumiantes (antes ya se podía aplicar a animales de mayor tamaño), admitiendo el crotal como alternativa al bolo ruminal, que fue rechazado de manera generalizada por los ganaderos.

Se obtiene, de esta manera, "el sistema que los ganaderos querían", asevera el responsable del sector ovino y caprino de Coag Andalucía. Y es que, según Rodríguez, "en la época en la que estamos no podía seguir vigente un dispositivo como ése".

Las diferencias entre ambos elementos identificativos son bastante acusadas. Fabricado en cerámica, el bolo ruminal se introduce por el cuello del animal y, en ocasiones, puede llegar a causarle daños físicos. De hecho, la queja principal de los ganaderos se debe a que algunas cabezas de ganado mueren tras la ingesta de este dispositivo.

Por su parte, el crotal electrónico causa un daño menor en las cabezas de ganado. Se aplica mediante presión en una de sus orejas y no supone peligro alguno para su salud.

Ahora, desde la organización agraria se pide que la administración "nos convoque junto con las organismos competentes y nos sentemos a debatir" acerca de los nuevos sistemas, el crotal y el microchip industrial.

Pese a la satisfacción por la nueva medida, los cabreros y pastores andaluces no olvidan el sabor amargo de la espera. Mientras ellos salían a la calle clamando por la abolición del bolo en pos del crotal, más del 40% de la cabaña ovina quedó 'marcada' por el primer dispositivo.

La aprobación por parte del MARM llega, por tanto, tarde para el ovino, aunque en el caso de caprino "lo entendieron antes".

Según Coag, el ministerio del ramo vive en una "burbuja tecnócrata, desconectado de la realidad agraria". El sector necesita que se tomen medidas urgentes y se realicen acciones contundentes de cara a solventar problemas como la crisis de precios en productos como la leche o el cordero, por ejemplo. No en vano, Rodríguez asegura que los ganaderos están "vendiendo por debajo de los costes de producción".

Ante este panorama, es lógico que los jóvenes posean reticencias a la hora de dedicarse a actividades relacionadas con la ganadería. De hecho, el relevo generacional es otra de las grandes preocupaciones de los ganaderos andaluces.

"Hay un desánimo general", arguye el responsable de ovino y caprino de Coag. A pesar de que el Real Decreto 613 establece ayudas de hasta 180.000 euros y préstamos a fondo perdido para la incorporación a la actividad ganadera, el "exceso de documentación" requerida y los largos tiempos que exige la burocracia "no ayudan".

En la mayor parte de los casos, abrir una explotación ganadera requiere, por término medio, entre "un año y medio a dos", así que "las familias que se pueden dedicar a otra cosa lo hacen", asevera Rodríguez. "Hay personas que solicitaron las ayudas el año pasado y no llegan, aún no se han resuelto".

Además de estas problemáticas está otra, la del Ministerio de Medio Ambiente, que lleva años insistiendo en que la actividad ganadera trashumante "perjudica" a la sostenibilidad de algunas zonas forestales.

"Nos hemos topado de lleno con la administración de Medio Ambiente, pero ahora hay un repunte en esto", asegura Rodríguez. "Está demostrado que en las zonas de pastoreo los incendios son menores, y ya hay quien nos ve con otros ojos".

Para el responsable del ramo en Coag, los beneficios del pastoreo son mucho mayores que los problemas que les achacan, y va más allá cuando afirma de manera rotunda que "tendrían que inventarnos si no existiéramos".

En Andalucía existen un total de 22.000 explotaciones ganaderas. De éstas, 8.000 son de caprino y 14.000 de ovino. Sin embargo, estas cifras tienden a mermar. "En menos de un año hay 3.000 explotaciones menos de ovino y en torno a 1.000 menos de caprino", asegura Rodríguez.

La región alberga el 40% del caprino español y más del 55% de su producción lechera.

stats