Colombicultura, un deporte en auge que ya aglutina a 1.900 socios

La afición de Jerónimo Asensio Flores por la colombicultura comenzó hace unos 15 años gracias a su amigo y ahora socio de la Peña Arlequín, Andrés Navarro Cubillas. "Lo que más me llamó la atención era el poder soltar mis palomos, verlos volar persiguiendo a la hembra y poder encerrarlos sin mayor problema", explica. Desde entonces, su afición ha ido creciendo hasta convertirse en participante en competiciones profesionales y, de forma paralela, también ha incrementado su colección. "Actualmente tenemos10 ejemplares en competición, 50 en periodo de aprendizaje y 20 parejas reproductoras".

Como si de fútbol se tratase, los 'jugadores' del equipo se pueden comprar o bien entrenar desde que son pequeños, en la 'cantera'. "Criarlos desde pequeños en la propia casa es mucho más gratificante, pues si llegan lejos llevan nuestra anilla de criador".

Asensio asegura que hay que tener en cuenta que los ejemplares son "atletas" y, como tales, deben estar a pleno rendimiento físicamente (se les deben hacer varios chequeos veterinarios) y las condiciones de salubridad han de ser óptimas. Los apartamentos donde viven los palomos ocupan unas dimensiones aproximadas de 70x70 centímetros y se procura que la temperatura y luminosidad sean las apropiadas.

Como todo deporte de competición, se requiere una cierta inversión económica para poder llevarlo a cabo. "El mantenimiento depende del nivel de competición en el que quieras estar, porque lo bonito de este deporte es que puedes criar y enseñar ejemplares aunque no participes en ningún campeonato pero claro está que la finalidad última es competir. Puedes invertir desde solo la comida hasta el límite que te pongas", explica.

Aunque la provincia cuenta con un nutrido grupo de amantes de esta afición (hay 41 clubes y 1.900 personas inscritas), poco se conoce a nivel general de este tipo de competiciones. Asensio es experto en el tema, ya ha participado en numerosos concursos y explica con soltura la dinámica. "La competición consiste en que los palomos deben estar el máximo tiempo con la hembra. Un minuto equivale a 2 puntos y la prueba dura 2 horas, por lo que se pueden conseguir 240 puntos". Durante ese tiempo la hembra intentará despistar a los machos, protegida por un casco para evitarle posibles daños, y en su cola exhibirá una pluma blanca como reclamo.

Con su peña Arlequín, Asensio ha participado en concursos a nivel de toda la Comunidad Autónoma, en certámenes de Andalucía oriental e incluso interregionales. "Mi socio Andrés ha participado en el máximo exponente de este deporte con un palomo criado y enseñado por él, la Copa de su Majestad, también llamado entre los aficionados El Nacional". Esta misma semana acaba de concursar en el Campeonato Comarcal de Overa y cuatro de sus ejemplares se han clasificado para el Interregional que se celebra en Overa.