Mármol

Cuellar Stone hace historia en Expo Dubai

  • La obra de la compañía almeriense en el Vision Pavilion permanecerá entre el legado del evento en la ciudad y seguirá recibiendo visitantes

  • La empresa, que crece este año en torno a un 30% en facturación, tiene acuerdos de distribución en siete países y sus productos y servicios ya han llegado a más de 50 países

Cuellar Stone en Vision Pavilion en Expo Dubai 2020

La obra imponente y de trabajo milimétrico de la firma almeriense Cuellar Stone seguirá recibiendo  visitantes como parte del legado de Expo Dubai 2020, integrado en el Distrito 2020. Una vez más, la empresa, con sede en Cantoria, ha sabido transformar la piedra en arte dando la capacidad de transmitir vida a un objeto inerte.

Cuellar Stone ha sido la responsable de fabricar y producir íntegramente las piezas de piedra natural del Vision Pavilion (Pabellón Visión) sobre el diseño del estudio sevillano Icaria Atelier. Con un plazo de seis meses para la ejecución y montaje de su trabajo y 965.000 euros por contrato, la compañía almeriense asombraba a promotores y visitantes. Este pabellón, que ha resultado ser una obra 100% andaluza, ha sido uno de los más destacados de los más de 200 pabellones que componían la Expo, recibiendo en torno a 200.000 visitantes durante seis meses y alcanzando un índice de satisfacción por parte de los mismos del 96%, el más alto de todos los pabellones de la Expo de Dubai. Además, ha sido galardonado con el premio al mejor pabellón pequeño en los World Expo Awards de la revista Exhibitor.

El Vision Pavilion fue creado como un regalo de la Expo al jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubai. Esta instalación se compone de tres salas que explican la contribución del jeque a la ciudad y está inspirada en su libro que conmemora sus 50 años. La primera de las salas pone el foco en los primeros años del jeque dedicados al aprendizaje, la segunda a sus pasiones y valores y, la tercera representa la evolución de Dubai en los últimos 30 años.

Paco Martínez Cruz, director de Digitalización; Thea Selvaggi, directora de Marketing; Diego Martínez Cano, presidente ejecutivo de Cuellar Stone; y Diego Martínez Cruz, director comercial de la compañía Paco Martínez Cruz, director de Digitalización; Thea Selvaggi, directora de Marketing; Diego Martínez Cano, presidente ejecutivo de Cuellar Stone; y Diego Martínez Cruz, director comercial de la compañía

Paco Martínez Cruz, director de Digitalización; Thea Selvaggi, directora de Marketing; Diego Martínez Cano, presidente ejecutivo de Cuellar Stone; y Diego Martínez Cruz, director comercial de la compañía / C. F. (Almería)

Es en la sala Pasion and Values (pasión y valores), que evoca al amor del jeque por los caballos y su pasión por la poesía, donde Cuellar muestra su fortaleza ante los grandes retos para trabajar la piedra. En la estancia a base de mármol gris, tanto en aplacados como solerías, destaca la escultura de 7 metros y 52 toneladas, que replica el cuello y la cabeza de Dubai Millennium, el caballo de carreras más querido del jeque Mohammed. Con la imagen del caballo árabe, la oficina técnica de Cuellar Stone trabajó los despieces del monumento resultando finalmente en siete niveles y con 41 piezas macizas de mármol, en esta ocasión de Portugal, elegido por la dirección del proyecto por su tonalidad y veteado. Para esto, la firma eligió el material en cantera, más de 37 metros cúbicos fueron requeridos para la escultura. Tras realizar una maqueta previa, cortar los bloques de mármol y pasarlos por máquinas de control numérico para definir en más detalle el aspecto final de las piezas, fueron los artesanos los encargados de remarcar los detalles como las escisiones de los ojos o las venas del animal. Uno de los mayores retos como explica, Diego Martínez Cano, presidente de la compañía, fue lograr el equilibrio de la obra para que las piezas del frente de la cara, suspendidas en el aire, no tumbaran la obra, por ello, fue importante el estudio de la estructura metálica que sostiene las piezas, ya que algunas de ellas sobrepasan las 2,5 toneladas, tal y como describe Paco Martínez Cruz, director de Digitalización.

La escultura se montó previamente en la fábrica de Cuellar, donde se presentó a una comitiva de inspección de la Expo, que validó el monumento; una vez desmontado, se envió a Dubai, donde fue instalado por los artesanos de la firma, que precisaron de una grúa especial y calcular el centro de gravedad de cada pieza. Sobre la obra se proyectan imágenes y en la pared opuesta, una exhibición de varias capas representa a los caballos en movimiento en plena carrera.

En la sala del aprendizaje, Cuellar Stone despliega las alas. En ella se alza una figura en bajorrelieve de un halcón que emerge de las paredes rocosas abrazando con sus alas la galería y el zócalo rectangular del centro. Una producción de animación 2D/3D con banda sonora y efectos especiales cuenta los aprendizajes en la infancia del jeque. Para su fabricación, tras una muestra inicial, Cuellar seleccionó la caliza en la cantera y en fábrica se cortaron las placas que conforman cada una de las piezas del halcón; al igual que en el caballo, fueron las manos de los artesanos quienes, guiados por los diseñadores, tallaron los detalles del animal. La compañía se encargó también del montaje del aplacado con más de 30 piezas, que fueron ajustadas para evitar las sombras con luz artificial.

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