Defensa del campo con acento femenino

Desde 1995 cultiva su propia finca, heredada de sus padres, en el término municipal de La Cañada, aunque conoce el oficio desde que era una niña, pues, como ella misma reconoce con orgullo: "Me crié debajo de una mata de tomate".

Así es Inmaculada Idáñez Vargas, que ha sido elegida por sus compañeros de la organización agraria Coag Almería para representar a la Ejecutiva por el Comité de la Comarca del Andarax, el pasado 7 de abril.

Con este nuevo cargo, la almeriense da una nueva vuelta de tuerca a su posición y representatividad dentro de la organización agraria, pues si en marzo de 2009 fue nombrada responsable del Área de Igualdad de Coag y presidenta de la Asociación de Mujeres del Ámbito Rural (Ceres), en octubre de 2012 resultó elegida nueva máxima mandataria estatal del Área de las Mujeres de Coag y presidenta de la Confederación de Mujeres del Medio Rural durante el transcurso del XXI Encuentro de Mujeres Rurales celebrado en Caravaca de la Cruz, sustituyendo a la histórica dirigente de Coag en ese puesto, Belén Verdugo.

Ella considera que no ha elegido una profesión, sino un modo de vida. "Siempre he sentido que lo mío es el campo y las plantas", asegura. Además de su encendida defensa por la agricultura almeriense y el campo en general, Idáñez pone el acento en el apartado femenino de esta actividad, al representar a este área en Coag a escala nacional. "Hay que facilitar la participación de la mujer, contar todo lo que hace de bueno, para que ellas tomen más decisiones y la sociedad dé más importancia a su trabajo", es uno de sus lemas.

Precisamente es una gran defensora del impulso de la Ley de Titularidad Compartida para que la mujer del medio rural rompa de una vez por todas el tópico que posee de secundaria en la agricultura y pueda situarse en el lugar que le corresponde.

Para ello, Inmaculada Idáñez está continuamente animando al colectivo femenino a trabajar para poder conseguir sus objetivos, estar presentes en todos los ámbitos porque, como ella recuerda: "Las mujeres no somos un colectivo, somos la mitad de la población".

Bajo su punto de vista, en todos aquellos puestos de responsabilidad social o política donde hay una mujer, ellas siempre impregnan su punto de vista y su forma de funcionamiento particular, aportando formas de pensar diferentes e ideas variadas y renovadas.

Como defensora a ultranza del campo almeriense, destaca la anécdota que ocurrió en febrero de 2012, cuando la Policía la detuvo por protestar ante la sede del Ministerio de Agricultura por el acuerdo UE-Marruecos.