"Empezamos desde cero y ya cumplimos 25 años con una marca de prestigio"
Pedro Caparrós hace un balance en las 'bodas de plata' de su empresa · La internacionalización, la comercialización por internet o la creación del 'Tigre Verde', las notas más positivas de este periodo
Natural de Aguamarga, Pedro Caparrós nació en 1959 y ya desde los 14 años compatibilizaba los estudios con el trabajo en el negocio familiar. Estudió en la Escuela de Comercio, pero su vocación emprendedora hizo que lo dejara en segundo curso para incorporarse al negocio familiar que, por aquella época, vivía un proceso de expansión. Hablamos con uno de los empresarios más relevantes del panorama agroalimentario almeriense, el gerente de Grupo Caparrós, con motivo de las 'bodas de plata' de su empresa.
-Veinticinco años son muchos. Después de tanto tiempo trabajando por y para la agricultura almeriense, ¿qué balance haría de todo lo acontecido?
-En general es positivo. Muchos son los objetivos alcanzados por la empresa en estos años y muchas las metas conseguidas por los que en ella trabajamos. El proyecto se inició prácticamente desde cero y, aunque este 2009 sea el 25 aniversario de Caparrós Nature, nuestra actividad comercial comenzó su andadura unos diez años antes, con la aparición de los primeros cultivos intensivos en Almería. Desde entonces hasta ahora, tanto el tipo de invernadero construido como la tecnología utilizada en los mismos para la explotación de la tierra han ido evolucionando vertiginosamente, pasando de los sistemas más antiguos, precarios y vastos a los más innovadores sistemas de producción y a la más sofisticada tecnología.
-¿Cuáles han sido las notas más positivas y negativas que destacaría?
-Una de las notas más positivas y satisfactorias ha sido la realidad de haber creado una marca comercial de prestigio (Caparrós Nature), reconocida y valorada en muchos y muy distintos mercados, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, consiguiendo llevar la buena imagen de Almería y la de sus productos a los consumidores más exigentes. Conseguir que uno de los valores más importantes de Caparrós Nature, su equipo humano, se implique al máximo en la empresa y que gracias a su juventud, formación y motivación tenga mucho que ver en los objetivos alcanzados por la empresa, es otra de las notas positivas que hay que señalar. Nuestro crecimiento no ha sido demasiado rápido, ya que no era esa nuestra intención, sino que año tras año los pasos que se han dado para conseguirlo han sido siempre firmes y seguros. Como nota positiva, cabe destacar también el haber conseguido producir un tomate Raf de primera calidad y ser la primera empresa en comercializar este tipo de productos por Internet. Culminar un proyecto totalmente innovador, como la creación de nuestro exclusivo Tomate Tigre Verde, con muy buenos resultados, es otro de los aspectos que se podría resaltar como nota positiva y como objetivo alcanzado. Si hubiera que poner alguna nota negativa, señalaría el riesgo económico (siempre constante), el sacrificio, el esfuerzo y la tensión diaria que este sector en el que nos movemos ocasiona, con el correspondiente desgaste, tanto físico como moral.
-¿Qué le llevó a decantarse por la agroalimentación como área laboral?
-Estaba cantado desde niño. Mi padre era un asentador del Mercado Central. Yo con 14 años ya vendía melones y sandías en La Vega, en lo que hoy es la Avenida Mediterráneo. Acostumbrado a ver en casa el comercio de patatas, cebollas, tomates, uvas, melocotones, era cuestión de tiempo que me sumara al negocio familiar. Lo que siempre tuve claro era la vocación empresarial, en una época en la que muchos de mis compañeros de la Escuela e Comercio aspiraban a colocarse como empleados de una gran empresa.
-Los productos de La Gergaleña crecen día a día en número y calidad, ¿qué nuevos objetivos se plantea para el futuro en este ámbito?
-Hay que aprovechar el hecho de que los productos hortícolas almerienses son bien conocidos y valorados en el resto de España y muchos países europeos. La producción almeriense es ya en muchos sitios sinónimo de calidad. También hay que tener en cuenta la apertura de miras en los consumidores de todo el mundo, provocada en gran parte por los efectos de la globalización. Y no conviene olvidar que el número de restaurantes españoles en el resto del mundo sigue una tendencia al alza, que aunque tímida, es imparable. Desde La Gergaleña se busca un consumidor que se decante, en el ámbito de la gastronomía, por el placer y las nuevas sensaciones. El comprador potencial es aquel que pone el acento en la calidad de la materia prima, y que valora la cocina artesanal. Siguiendo los pasos de otros productos de Caparrós Nature, Alemania, por ejemplo, se está configurando como un mercado de futuro.
-Ya a nivel más personal... ¿cómo es Pedro Caparrós? ¿Qué aficiones tiene?
-Me veo como un hombre luchador, enamorado de su trabajo y consciente del compromiso y la responsabilidad que esto representa. Las personas que me conocen me definen como un empresario de ideas claras, a la vez que un hombre sencillo que siempre ha apostado y seguirá apostando por Almería. Me gusta pensar que estoy aportando mi granito de arena por el desarrollo tanto económico como social de la provincia. Además, trato de pasar con mi familia el tiempo que el trabajo me deja, tratando de sacarle el máximo partido a las cosas más sencillas de la vida y disfrutando de ellas. Aunque soy realista y siempre intento tener los pies en el suelo, a veces tengo un punto un tanto soñador. Este aspecto soñador tiene mucho que ver con una de mis más fervientes aficiones, viajar y conocer nuevos sitios, nuevas gentes, nuevas culturas y enriquecerse al hacerlo. Los largos paseos y la natación completan mis principales aficiones.
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