Espinosa pide la colaboración francesa para el control de las importaciones

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha pedido a su homólogo francés, Bruno Le Maire, que Francia colabore con España en el control aduanero del tomate marroquí, ya que según las palabras de la dirigente española: "No todo entra desde España y hay que vigilar que Marruecos cumple los términos del acuerdo agrícola que el país tiene con la UE".

En la antesala de la reunión del Consejo de ministros de Pesca en Bruselas, Espinosa reconocía ayer que en los últimos meses no se están cumpliendo los controles en aduanas, por lo que mantuvo una reunión con el ministro francés. En esta línea, explicó que las dos administraciones aduaneras van a celebrar varias reuniones con el objetivo de poner en marcha nuevos mecanismos para un control exhaustivo de los contingentes de tomate procedente de Marruecos que entra en la UE.

La ministra recordó que el problema no reside en la cantidad de este tomate que puede entrar desde Marruecos, sino en el contingente con arancel reducido que puede importar la UE en virtud del acuerdo que existe entre las partes. "Es sobre ese último contingente sobre el que hay que tener control para asegurar que realmente los precios se corresponden con el acuerdo y evitar que suceda una caída drástica de los precios como sucede ahora", recalcó Espinosa. Respecto al nuevo acuerdo agrícola, la ministra española insistió en que está pendiente de firma y aseguró que España está trabajando para mejorar los términos del mismo.

El secretario provincial de Coag, Andrés Góngora, insistió en que la única solución para un control eficaz es la imposición del certificado previo a la importación, es decir, la iniciativa consistiría en que la UE emitiese un certificado a Marruecos para el contingente con arancel reducido establecido en el acuerdo, de forma que en las aduanas europeas sólo se dejaría pasar el producto que cuente con él de acuerdo a las pautas del convenio. El producto que no lleve el certificado podrá ser importado por la UE, siempre y cuando Marruecos pague los aranceles como cualquier otro país tercero. Esta medida ha sido reivindicada por los agricultores al Gobierno en numerosas ocasiones.