Ferrovial compra Albaida a Cajamar y se diversifica hacia residuos agrarios
La operación está cerrada y se formalizará a finales de mes · Cespa gestionará la sociedad, que posee una planta de gasificación en Níjar y otra de tratamiento de envases de fitosanitarios en La Mojonera
Ferrovial, la empresa presidida por Rafael del Pino, amplía su presencia en Almería a través de su filial Cespa, con la que ya se dedicaba a la recogida y gestión de los residuos sólidos urbanos de la capital almeriense y otros municipios del levante.
Su último movimiento ha sido la compra de Albaida Residuos a Cajamar, accionista mayoritario, con más del 90% del capital, y a Teconma (Tecnologías para la Conservación del Medio Ambiente), diversificando de esta forma su cartera de servicios hacia la gestión y tratamiento de los residuos agrícolas.
La función que realiza Albaida en la provincia es vital, dando servicio a uno de los pilares socioeconómicos fundamentales de Almería, la agricultura intensiva, que necesita que los productores cumplan unos requisitos de higiene para garantizar la continuidad del sector de forma sostenible, ofreciendo una imagen de limpieza imprescindible de cara a los mercados internacionales.
En paralelo a la nueva filosofía que se está arraigando en el campo almeriense como consecuencia de la apuesta por el control biológico y los métodos de cultivo más respetuosos con el medio ambiente, se sitúa el último eslabón de la producción: los residuos agrícolas, ya sean vegetales, plásticos o envases.
Ahí es donde entra en juego Albaida, una firma que surgió hace casi diez años. En concreto, se constituyó el 21 de septiembre de 1999, promovida por el Ministerio de Agricultura, con capital inicial formado por la empresa pública Tragsa y la entonces Caja Rural de Almería, en un acto presidido por el ministro de Agricultura de aquella época, el popular Jesús Posada.
En 2007 se dividió en dos sociedades, Albaida Recursos Naturales y Medio Ambiente y Albaida Residuos, cuyas funciones se centraban en la optimización del uso y gestión del agua, el desarrollo e implantación de sistemas de gestión de los residuos, ya fueran plásticos, embalajes, envases de fitosanitarios o restos vegetales, la generación de energías renovables, la protección de suelos con la lucha contra la erosión y la desertificación, entre otras. Recientemente, Tragsa traspasó a la SEPI su participación y ésta la transfirió a Teconma.
Albaida cuenta con una planta de recogida de residuos ubicada en La Mojonera y otra de gasificación en Níjar, en la que genera gas a partir de una caldera, que posteriormente se convierte en electricidad. Ambas plantas cumplen un cometido vital: reciclar el millón y medio de toneladas de residuos vegetales, las 25.000 toneladas de plásticos y los 800.000 envases de fitosanitarios que genera cada año. Para ello, cuenta con una capacidad de tratamiento equivalente a 12.000 hectareas de cultivo invernado.
Desde Cespa han confirmado que la operación, que se ha forjado en el último año, está "prácticamente cerrada", aunque se formalizará a finales de este mes.
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