El Gamonal, una simbiosis de agricultura de cereal y ganado

La cooperativa de José Serrano es una empresa de carácter familiar con 500 hectáreas de terreno y 2.300 cabezas de ganado · Crían cordero segureño y en 50 días podrán comercializar con la IGP

José Serrano, gerente de Cooperativa El Gamonal.
José Serrano, gerente de Cooperativa El Gamonal.
V. Hernández / Topares

24 de marzo 2012 - 01:00

En una meseta inmensa situada a unos 200 kilómetros de Almería capital se encuentra Topares. El pequeño municipio, de apenas 400 habitantes, es un remanso de paz en el que sus habitantes se dedican en gran parte a la agricultura de cereales y a la ganadería. José Serrano Marín conjuga ambos sectores en su empresa familiar, Cooperativa El Gamonal, de la que es gerente. "Mi padre siempre decía que si te quieres dedicar a esto hay que ser agricultor y ganadero. Así, cuando pierdes por un lado al menos ganas por otro". Fiel a esta máxima, el 'agroganadero' distribuye su tiempo entre ambas actividades y ha conseguido levantar una empresa que aglutina 2.000 cabezas de ganado de cría, 300 de 'reposición' y 500 hectáreas de cultivo junto a sus cuatro hermanos, socios también de la empresa.

Su trayectoria comenzó en 1987. En aquella época su padre les dejó la firma familiar, primero una SAT. Empezaron con 500 ovejas y 300 hectáreas (el 50% propias y el otro 50% arrendadas). Con el paso de los años se convirtieron en cooperativa. Corría el año 1992. Después se asociaron a la Asociación Nacional de Criadores de Ovino Segureño (Ancos), donde Serrano ha formado parte de la directiva, y posteriormente se sumaron a la Cooperativa Cosegur, comercializadora de cordero segureño donde el ganadero ostenta la vicepresidencia.

Serrano destaca la labor de ambas sociedades. Por un lado Ancos se dedica a la selección de la raza cordero segureño. En el seno de la asociación se hace monta controlada y se mejora de la raza a través de la inseminación artificial", explica. La importancia de Ancos ha ido creciendo de forma paulatina. Empezaron con 122 socios y 18.000 cabezas de ganado y actualmente tienen menos socios, un centenar, y más animales, 90.000 ovejas.

La labor de la Cooperativa Cosegur también es reseñable. Gracias a ella se ha conseguido la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Segureño y "en unos 40 o 50 días tendremos corderos con esta indicación en los mercados". Este sello le permitirá a los ganaderos obtener un mayor beneficio de sus productos y promocionarlos con una garantía que avala su calidad. "Es como comprar jamón o pata negra", explica el ganadero. Actualmente la canal de cordero segureño (pieza limpia, sin piel ni cabeza) se comercializa a una media de 75 euros, "unos 8 o 10 euros más que el cordero normal", y con la IGP "esperamos conseguir un aumento de precio aún mayor".La indicación servirá, asimismo, para proteger a los ganaderos de cordero segureño del intrusismo que se vive hasta ahora. "En Huéscar (Granada) mismo hay corderos rumanos que se están vendiendo como segureños. Con la IGP esto se podrá denunciar".

Mientras llega el ansiado día, la actividad transcurre en la finca como de costumbre. La jornada es tranquila. Al tener ganado en cerca y estabulado los horarios son 'normales'. El trabajo empieza a las 8 de la mañana y no se suele alargar más de 8 horas, nada que ver con el 'pastoreo' que hacía su padre. "Él salía con el sol y volvía al atardecer. Eso sí era duro porque además aquí hay una diferencia de 50 grados de temperatura entre invierno y verano".

La parte agrícola tiene más ajetreo en verano. Llegado el mes de junio hay que hacer la recolección, aunque este año peligra por la falta de lluvia. En su caso la mayor parte de la producción se destina a alimentación del propio ganado y cuando tiene excedentes los vende. Sus plantaciones incluyen cebada, avena, trigo y, fuera del ámbito de los cereales, guisantes.

Debido a la baja rentabilidad de los cereales, "normalmente producimos con un 2 o 3% de precio por debajo del coste", la Unión Europea les otorga sustanciosas ayudas a través de la Política Agrícola Común (PAC). En 2011 la Cooperativa El Gamonal cobró 100.000 euros en subvenciones a agricultura y ganadería.

Para aumentar la rentabilidad de su actividad y amortizar su maquinaria Serrano ha viajado durante 32 años a Castilla y León en la época de la cosecha, que allí se lleva a cabo entre los meses de julio y agosto. "Me llevaba mi cosechadora en tren y mi familia también se vino conmigo durante 14 años a una casa que tenemos en la zona", recuerda.

A Serrano no le asusta el trabajo. Aunque ahora reconoce que tiene menos ajetreo que antes es hombre de campo y aprovecha el tiempo libre para pasarlo en el cortijo junto a los suyos. "En vez de irnos a la playa nos venimos aquí".

En la finca tiene dos obreros que le ayudan a él y a uno de sus hermanos. Además de cuidar las tierras y el ganado fabrican su propio pienso. "Hacemos fórmulas con ayuda del veterinario. Le echamos alcachofa, pulpa de naranja y cebadilla. Cada oveja puede comerse hasta 3 kilogramos de alimento al día".

De las 500 hectáreas de terreno que tiene la explotación 2.500 metros son de naves techadas. El ganado se reparte en cuatro dependencias separadas que se distribuyen a lo largo de sus terrenos.

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