La persistencia de las medidas administrativas locales e internacionales que han limitado la movilidad y contacto social para controlar la pandemia en 2020, junto a los cierres administrativos y protocolos sobre aforos que han afectado a establecimientos y espacios turísticos, paralizaron prácticamente durante la mayor parte del año la actividad turística en los destinos españoles. Así se pone de manifiesto en el ‘Barómetro de la rentabilidad de los destinos turísticos españoles - Balance 2020’, elaborado por Exceltur, que indica que 2020 acaba con una caída acumulada del 77,2% de los ingresos hoteleros (-85% si se elimina el buen inicio de enero y febrero), en los 97 destinos vacacionales y urbanos más relevantes del territorio español. Ello se deriva de un nivel de ingresos por habitación disponible en media de todas las categorías hoteleras de 31 euros (la mitad que en 2019), obtenido tan sólo en el 45,3% de los hoteles que han podido abrir en 2020. La situación hotelera sirve como reflejo espejo de la debacle para el conjunto de empresas y subsectores que forman la cadena de valor dependientes de la movilidad turística y de las que no se dispone de información tan detallada agregada y por destinos.

En las 46 ciudades analizadas, de media, la facturación en sus hoteles se hundió un 77% en el último año respecto al anterior, elevándose al 86,8% si se elimina el efecto del buen inicio de enero y febrero de 2020. En las ciudades se ha mantenido una mayor parte de planta abierta (un 50% en media de las plazas disponibles en 2019) respecto al litoral, si bien con ocupaciones muy bajas del 40,8%, cubiertas en gran parte por demanda local, y profundas caídas en precios (la tarifa media diaria ADR cayó el 23,2%) hasta hundir los ingresos promedio de todas las categorías hoteleras, por cada habitación disponible hasta los 31 euros frente a los 73 euros de 2019, además de desaparecer las ventas por alquiler de salas, reuniones y congresos. La situación de incertidumbre con apertura parciales y cierres continuos de muchos establecimientos ante las distintas olas, que junto con las inversiones y sobrecostes para adaptarse a los protocolos de seguridad sanitaria para trabajadores y clientes, ha incrementado notablemente los costes operativos, haciendo que este balance sea incluso más negativo en términos de resultados. El barómetro recoge los datos de Almería capital, donde el descenso de las plazas hoteleras medias abiertas fue del 28,7% (-966), siendo la decimoctava ciudad donde porcentualmente más bajó; por su parte, la caída de la facturación fue del 63,9%, siendo del -70,6% si se compara el periodo de marzo a diciembre de 2020 con el mismo del ejercicio anterior. Respecto al precio medio por habitación disponible, teniendo en cuenta todas las categorías hoteleras, quedó en 27,3 euros, lo que supone un 40,4% menos que en 2019.

El ingreso por habitación disponible en hoteles de la costa almeriense se redujo en un 50%

Los destinos vacacionales no ha corrido mejor suerte. A pesar de la limitada activación del verano de 2020, una parte muy relevante de la planta hotelera vacacional peninsular y de Baleares (60%) no ha podido abrir desde el cierre de la temporada de verano de 2019, acumulando en febrero de este año 17 meses sin ingresos. La facturación hotelera en los destinos del litoral andaluz han cerrado el último año con una caída media de la facturación del 74,4%. De acuerdo al barómetro de Exceltur, el bloqueo a los viajes que se produjo en la mayor parte del año 2020 ha impactado intensamente a todas las zonas y destinos turísticos de la costa andaluza. Tras el cierre de marzo de los establecimientos hoteleros, la apertura de establecimientos se limitó al 58% de la oferta de 2019, alcanzando su máximo de apertura en verano y un grado de ocupación del 53,8% en media, a pesar de la buena respuesta de la demanda nacional, que en cualquier caso retrocedió un 38% frente a 2019 en los meses del verano. Esta reactivación de los turistas nacionales frustrada desde finales de septiembre, junto al hundimiento de la extranjera (-84,7%) se trasladó a una caída del 73,3% del total de la demanda en hoteles del litoral andaluz. En este contexto el grado de ocupación sobre la reducida planta hotelera abierta fue del 40% en media, lo que se trasladó a una caída media de su rentabilidad del 40,4% en los destinos vacacionales de Andalucía, del -74,4% en su facturación. Sobre los destinos vacacionales almerienses, el informe de Exceltur indica que en la Costa de Almería las mayores caídas se dieron en localidades como Mojácar, donde la facturación de sus hoteles bajó un 80,7% mientras que las plazas disponibles se redujeron un 35,5% y el ingreso mínimo por habitación disponible bajó un 51%; en cuanto a los hoteles de Roquetas de Mar, su facturación descendió un 78,1%, las plazas un 38,4% y el ingreso mínimo por habitación disponible un 45,8%.