Los cánones de belleza y perfección no afectan únicamente a los seres humanos, también se han implantado en la compra de frutas y hortalizas, lo que hace que cada año se desperdicien ingentes toneladas de productos que no son “perfectos”, pero ahora una empresa emergente almeriense apuesta por revalorizarlos.

“Nuestro objetivo principal es la lucha contra el desperdicio alimentario”, explica, en declaraciones a EFE, José Antonio Sánchez, el promotor y fundador de ‘Imperfectas’, una empresa que surgió en febrero de 2019 con la campaña ‘Enamórate de ellas’.

“Los mercados han empujado a que las hortalizas sean perfectas. Cuando un agricultor destina el género a exportación, lo normal es que se confundan los tomates con tornillos. Todos tienen que ser perfectos, iguales, para venderlos como primera categoría, pero realmente la agricultura no es así”, asevera.

Y es que, destaca el emprendedor, “un agricultor invierte la misma cantidad de agua, tratamientos, mano de obra, incluso las semillas. Son los mismos recursos y, sin embargo, a la hora de salir al mercado está categorizado en diferentes tipologías”, ha apuntado.

Los productos perfectos son catalogados como de categoría extra, “que es dónde se invierte el cien por cien del marketing del sector alimentario”, luego de primera y finalmente de segunda, una categoría a la que “nadie le hace mucho caso”.

“La mayoría de estos productos (de segunda categoría) van en caja negra, no están identificados a primera vista. Nosotros lo que hemos hecho ha sido concentrarnos en ese segmento de segunda categoría, crear una marca y ayudar con el marketing”, explica Sánchez.

Para ello suministran el envase y el uso de la marca a diferentes comercializadoras” y cada una destina así una parte de sus frutas y hortalizas a ‘Imperfectas’.

Tras una pandemia que se cruzó en mitad de su desarrollo, Sánchez temía cómo podría ser la recepción de su iniciativa, aunque "ha sido muy bien aceptada, no sólo por los distribuidores, también por los agricultores” y ha destacado que la meta es aportar valor provocando mediante la creación de una marca específica que cualquier consumidor sea capaz de identificar a primera vista".

Además, insiste en que tomates como los que sostiene en la nave del Grupo Ibéricos, una de las empresas que ha apostado por su idea, son exactamente iguales a los de primera categoría o extra y "la única diferencia es que está un poco deformado según las normativas que han implantado las grandes superficies a nivel europeo”, apostilla.

Asimismo, mantiene que gran parte de las segundas categorías acaban en el mercado nacional y el canal de la hostelería HORECA.

“Este producto es el que más se consume en España porque en cuanto nutrientes, propiedades organolépticas… Es exactamente el mismo. Cuando lo vas a transformar, por ejemplo, en salsa de tomate para una lasaña, no hay diferencias”, indica.

Además, admite que el consumidor final es “cada vez más sensible con el medio ambiente" y, de hecho, se ha congratulado de que "la gente es feliz comprando nuestros productos. La concienciación sostenible está creciendo y cuando un agricultor dedica todo su esfuerzo, el de su familia en un producto, tienen que realmente valorarlo”.

Existen diferentes movimientos en el mundo que buscan dar equilibrio entre lo natural y lo sostenible, “pero la mayoría no están centrados en el origen, es decir, en la producción”, según el directivo de 'Imperfectas', que se propone transformar el producto "en cuarta y quinta gama".

Y todo ello con el objetivo de evitar el desperdicio alimentario y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de manera especial el ODS 2 ‘Hambre Cero’ y el ODS 12 ‘Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles’, así como la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario de España.