Jonimiel elabora el primer ron miel artesanal de la provincia
La empresa tiene solo dos años y produce 1.500 botellas al año entre todas sus variedades de licores · El producto 'estrella' de la firma destaca por su sabor auténtico y mayor densidad respecto a los competidores
La elaboración de licores es una actividad testimonial en la provincia. Son pocas las empresas que se dedican a la fabricación de bebidas alcohólicas, pero poco a poco van surgiendo nuevas e interesantes iniciativas. Una de las grandes desconocidas es Jonimiel, una microempresa con tan solo una persona en plantilla, el promotor de la idea, José Miguel Ortiz González.
Apicultor de profesión, se lanzó a esta industria con una inversión pequeña de 12.000 euros para dar salida a parte de su producción de miel, un producto de primera calidad con el que da a sus licores un toque auténtico y bastante alejado de los competidores comerciales. Y es que su receta 'estrella', la de ron miel totalmente artesanal, destaca por un sabor dulzón que no empalaga y dista mucho de los otros 'rones' por su textura más densa y un retrogusto suave ideado para acontentar a todo tipo de comsumidores. "He intentado sacar una fórmula que no sea demasiado fuerte. A las mujeres les gusta mucho más que otros productos comerciales".
Ortiz ha desarrollado otras dos variedades que completan su gama, orujo de miel y de hierbas. Ambas siguen la misma filosofía y el mismo método productivo, "todo se hace de forma manual y artesanal", desde la mezcla de ingredientes al embotellado, pasando por el etiquetado.
Para poder 'lidiar' con todo él solo, el promotor de la empresa elabora lotes bajo pedido. De este modo evita problemas de stockaje. El año pasado comercializó 1.500 botellas de sus tres licores, que además se dividen en formatos de 70 centilitros, 50 y 25.
Su cuota de ventas es aún muy local. La mayor parte se comercializa directamente en fábrica, aunque también se sirven pedidos a tiendas de alimentación y negocios de la zona de Níjar y en la capital a través de la tienda de productos artesanales almerienses Cátame. La fama de Jonimiel crece poco a poco y quien prueba, repite. "Ya me compran en Sevilla, Salou y Valladolid", explica Ortiz.
Comenzar la empresa no fue tarea fácil. Desde que tuvo la idea hasta que se materializó pasaron cinco años. La larga espera se debió a motivos burocráticos, un paso ineludible y "penoso" para cualquier negocio agroalimentario. Tanto es así que pensó en tirar la toalla más de una vez mientras esperaba los permisos necesarios: de sanidad, de industria, de envasado, de etiquetas y de aduanas. Para cuando todo estuvo listo, se encontró con un panorama poco esperanzador, por así decirlo. "Empecé en plena crisis". A pesar de ese inconveniente y de la competencia con marcas consolidadas el empresario se ha ido haciendo un hueco en el mercado y no le ha ido nada mal.
De aquellos comienzos la parte más amable que recuerda fue la del desarrollo de las diferentes recetas. "Hice muchas fiestas con los amigos para que probaran los productos hasta que dí con la fórmula adecuada de cada uno". Su próximo reto es un 'limoncello' que podría empezar a gestar este mismo verano.
De momento no prevé ampliar el negocio. Trabaja sin prisa pero sin pausa para lograr un producto excelente. No tiene más preocupaciones que seguir creciendo al ritmo que vayan marcando los propios clientes. Y entre tanto compagina la actividad en la fábrica con la apicultura.
Tiene 600 colmenas y vende la miel a través de una cooperativa a la que está afiliado, Sierra Andaluza de Sevilla. Al cierre de 2011 su producción total ha ascendido a 6.000 kilos, aunque esta cifra varía mucho dependiendo del año. "El cambio climático se está notando. Los expertos no saben el verdadero motivo de la despoblación de abejas, pero se están viendo bastante sus efectos. Creo que influyen muchas cosas como la contaminación o la falta de agua. Esperemos que llueva, la tierra de Almería es muy agradecida y con poco que caiga ya se nota".
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