Finanzas

José Cano (Asempal) no quiere “miseria, esparto y legañas” para Almería

  • La confederación hace una declaración institucional en respaldo a los agricultores, regantes y empresas del sector agroalimentario de la provincia en sus acciones para el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura

El presidente de Asempal, José Cano

El presidente de Asempal, José Cano / Javier Alonso (Almería)

“Miseria, esparto y legañas. ¿Es eso lo que queremos para la provincia de Almería”, reflexiona el presidente de Asempal, José Cano, quien añade: “No hay justificación técnica para poner en duda al actual trasvase Tajo-Segura. El daño que se le puede producir a la provincia puede ser irreparable, porque se pone en duda el trasvase pero no se hacen otras infraestructuras imprescindibles y el agua está alcanzando precios prohibitivos. Almería es puntera en agroalimentación, captación de CO2 en las más de 23.000 hectáreas de cultivo, por lo que no se puede permitir que por cuestiones políticas se ponga en duda algo vital para esta tierra”. Cano finaliza diciendo que él no quiere esparto para la provincia.

La Confederación Empresarial de la Provincia de Almería (Asempal), ante la modificación de las reglas de explotación y el aumento de los caudales ecológicos del Trasvase Tajo-Segura, manifiesta su total respaldo a los agricultores, regantes y empresas del sector agroalimentario de la provincia en sus acciones para el mantenimiento del trasvase.

Para Asempal la merma de los aportes del trasvase amenaza seriamente el empleo y la recuperación económica de la provincia. Los agricultores tienen una dependencia clara del trasvase y se encuentran sin alternativa ya que después de 9 años, la desaladora de Villaricos, con capacidad de 20 hectómetros cúbicos al año, sigue sin repararse. Hasta que la desaladora no esté arreglada y en pleno rendimiento, el Gobierno central deja a los regantes en el más absoluto abandono, sin infraestructuras y abocados a un precio del agua prohibitivo. ¿Qué cree el MITECO que ocurrirá mientras tanto?

Los recortes de agua también tendrán consecuencias en el ámbito rural y en el medioambiente. Garantizar el agua para el regadío es indispensable para mantener la población y la actividad empresarial. Está demostrado que la despoblación se acelera en las zonas sin regadío. El análisis comparativo de la evolución demográfica de España y la superficie de los cultivos de regadío revela que las provincias españolas que han perdido más población coinciden con las que tienen menor regadío. Nuestra agricultura es un muro de contención contra el cambio climático. Los cultivos son la principal barrera para la desertización de Almería y una defensa ante la erosión y las lluvias torrenciales. Las 24.000 hectáreas de invernaderos y cultivos al aire libre que se verán afectadas, son un reservorio de CO2 y alivian los efectos de la contaminación. 

Según la confederación, el recorte de los caudales compromete la competitividad del primer sector productivo de Almería, en unos momentos además en los que vive una fuerte competencia desleal exterior de terceros países, que juegan con reglas laborales, sociales, logísticas y de calidad alimentaria y sanitaria muy distintas a las que nos exigen la UE. El precio del agua se va a encarecer aún más. La agricultura de Almería no está subvencionada como en otras zonas de España. En Almería no solo no se aplica el decreto de precio social del agua del que sí se benefician otros territorios, sino que además la desalación tiene un sobrecoste elevado, principalmente por la energía (60%). 

Asempal lamenta que, de nuevo, decisiones de calado político y no de eficiencia, erosionen nuestra capacidad de competir y crecer económica y socialmente ya que no existe ninguna justificación técnica ni medioambiental que avale la disminución de los aportes del Travase Tajo-Segura. Tenemos el sector agroalimentario más tecnificado y eficiente del mundo y somos capaces de hacer un producto sostenible, rentable y competitivo. La FAO ha señalado nuestro modelo productivo como ejemplo para alimentar en 2050 a 9.000 millones de personas. Todo suma en el uso eficiente, la gestión sostenible y el ahorro del agua; por ello desde Asempal insistimos en la necesidad de integrar y disponer de todos los recursos disponibles para garantizar el suministro como los trasvases, desalación, depuración o regeneración de aguas residuales; así como el uso de las energías renovables para abaratar el coste energético de la producción de agua y obtener unos precios que permitan a las empresas ser competitivas y seguir avanzando en el camino de la sostenibilidad y la innovación que desde hace años han emprendido. 

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