Koppert consigue un 90% de éxito en la producción de abejorros reina

La empresa holandesa suministra a los agricultores almerienses estos insectos, que incrementan la rentabilidad de sus cultivos · Las colmenas proceden de Natupol, una fábrica ubicada cerca de Viena

Instalaciones que la empresa holandesa Koppert posee en La Mojonera.
Instalaciones que la empresa holandesa Koppert posee en La Mojonera.
Redacción / Almería

26 de agosto 2008 - 01:00

'Rentabiliza tu dinero zumbando'. Éste es el eslogan de la compañía holandesa Koppert para promocionar las colmenas Natupol, un nuevo sistema de producción de abejorros que asegura un aumento del porcentaje de éxito en el proceso productivo del 50 al 90% en la cría de abejorros reina de la mejor calidad.

El Departamento de I+D se ha volcado en este logro, en el que Koppert ha puesto el listón muy alto para conseguir que las colmenas sean aún más rentables para el agricultor e incrementar sus ratios de producción gracias a la labor de polinización.

Natupol se produce en la fábrica que posee la compañía holandesa en Eslovaquia, cerca del aeropuerto de Viena, en unas modernas instalaciones de abejorros, las más grandes del mundo dedicadas a este fin, con capacidad para producir miles de unidades de colmenas a la semana mediante una tecnología desarrollada por Koppert.

Los individuos seleccionados para la reproducción son los primeros protagonistas de un proceso totalmente natural, pero automatizado y controlado al máximo para obtener las mejores colonias.

Un grupo de diez biólogos especializados en la producción de abejorros controlan los más mínimos detalles del proceso, desde la temperatura del nido hasta el número óptimo de individuos, controlando la sanidad, el crecimiento, el desarrollo y la alimentación de las colmenas.

El proceso está totalmente automatizado, y en cada uno de los pasos del mismo se van desechando aquellas colonias que no son aptas, por no cumplir los rigurosos controles a los que se someten las colonias, para poder dar la talla en el campo.

La biofábrica Natupol se organiza en diversas áreas: I+D, administración, producción y logística, en la que el Departamento de I+D posee un importante peso en la búsqueda de continuas mejoras en los procesos de fabricación, así en la realización de ensayos de cada una de las innovaciones introducidas en el sistema de fabricación y las colonias.

Desde Koppert se pretende ofrecer todos estos avances tecnológicos a un precio asequible para el agricultor. "Nunca se ha querido que más tecnología supusiera encarecer los procesos de producción, y que el precio final de la colmena número uno del mercado fuese una traba para que el agricultor se hiciera con los servicios de la misma", asegura la firma holandesa en un comunicado.

Es por eso que Koppert ha mantenido los precios de las colmenas durante los últimos cuatro años sin trasmitir el coste de las inversiones en tecnología de producción al precio final de la colmena.

Siguiendo con esta política, partir de esta campaña agrícola 2008-2009, cuando Koppert ha conseguido optimizar todos estos recursos, reduciendo simultáneamente el coste de producción de Natupol, transmitirá ese "abaratamiento" al cliente, el agricultor que adquiere sus colmenas.

Con esta política de abaratamiento, más agricultores pueden acceder a la colmena Natupol, la más rentable del mercado, la que más dura y la que contienen los abejorros que más trabajan en los invernaderos, ampliando así su potencial cartera de clientes.

La aparición de la colmena Natupol se remonta a los años ochenta, época en la que comenzó a considerarse la posibilidad de introducir los abejorros como mecanismo de polinización para el tomate. Hasta entonces, se realizaba mediante complicados procedimientos mecánicos o aplicaciones de hormonas.

Entonces apareció Natupol, marcando los estándares para todas aquellas empresas que se introdujeron en la producción de colmenas de abejorros. Estándares que aún siguen vigentes en nuestros días.

En un principio costó un poco convencer a técnicos y agricultores de la bondad del sistema, pues había muchos escépticos. Es en este momento inicial donde Koppert, a través de la marca Natupol, comenzó a escribir su historia y a sembrar las bases de lo que debía de ser la excelencia en la producción de colmenas.

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