Ludodog, una academia en la capital para las mascotas urbanas y sus dueños
La escuela enseña a los amos de los perros a establecer un idioma común con los animales Recibió el premio de los jóvenes empresarios a la mejor iniciativa emprendedora en 2013
El perro ya no solo es el mejor amigo del hombre. Se ha convertido en un miembro más de la familia. Sin embargo, muchas veces no es fácil entenderse con las mascotas. Conocer sus necesidades y saber interpretar su comportamiento es una tarea fundamental para conseguir una buena educación del can.
Por este motivo, Ludodog ha creado un programa que llaman "Aprender a Enseñar" que se basa en técnicas cognitivas-emocionales para que los dueños aprendan a educar y socializar a sus mascotas. El objetivo es que los propietarios consigan entender las emociones de los animales y de esta forma poder modificar su comportamiento. "Si un perro no aprende, la causa es un problema emocional como la ansiedad, estrés, algún temor y similares", indica Alma Pérez, gerente de la escuela canina, "no hay límite de edad para que un can pueda aprender".
Este singular e innovador proyecto empresarial nació en febrero de 2013. La empresaria, licenciada en derecho y dedicada a la formación en diferentes ámbitos desde hace muchos años, observó un nicho de mercado en el sector de la mascota y decidió formarse en la materia. La Asociación de Jóvenes Empresarios de Almería reconoció la originalidad de la idea otorgándole el premio a la mejor iniciativa emprendedora de 2013.
"Seguimos un método 80% positivo y 20% negativo. Enseñamos a los dueños a educar no solo premiando los comportamientos buenos. Los perros también deben aprender a frustrarse, por ejemplo, retirándoles su juguete favorito si no se portan bien", explica Alma Pérez.
Disciplina, constancia y cariño. Estas son las tres claves con las que trabaja Ludodog. No creen en el autoritarismo y la dominación.
La oferta de esta escuela urbana contiene multitud de servicios diferentes. Programas formativos donde los dueños aprenden a comunicarse con sus mascotas. Incluso hay cursos para niños. Los más pequeños se sienten participes de la educación del animal y se crea un vinculo especial. Hay reuniones sociales denominadas "café con pastas" en las que se charla, se juega y se aprenden pautas de lo que se debe hacer y lo que no a la hora de, por ejemplo, socializar al perro con otros en un parque.
También ofrecen asistencia a domicilio, para aquellas familias que no quieren llevar a su mascota a una residencia durante sus vacaciones, y servicios de ludoteca y paseo.
Además existe la posibilidad de hacer talleres de olfato. "Es una actividad muy recomendable, ya que una hora equivale a 20 minutos de carrera. Con varias sesiones se puede conseguir que el perro encuentre unas llaves, por ejemplo".
El local, situado en calle Cable Inglés, incluye una tienda con diferentes productos para perros. Comida natural, juegos interactivos, arneses anti tirones, camas viscoelásticas (para canes con problemas físicos), gafas de sol o astas de ciervo para morder.
De cara al futuro tiene previsto incluir una peluquería canina. Por otra parte, está trabajando en la organización de rutas de senderismo con perro para el próximo invierno, en la zona de Aguadulce o Tabernas. Alma Pérez, gerente de Ludodog, también quiere dar charlas a las AMPA para concienciar de lo importante que es tomar una decisión reflexionada a la hora de comprar un perro y las consecuencias que ello conlleva a los padres y a los menores.
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