Níjar convive y defiende un territorio que es en si mismo su seña de identidad, y de ahí que buena parte de las actuaciones que se llevan a cabo sean tendentes a la resiliencia de estos espacios de especial importancia en el ecosistema almeriense. Tanto turismo como agricultura han hecho de estos hechos diferenciales sus verdaderos avales, ya sea para el modelo de destino turístico de calidad certificada dentro de los parámetros de SICTED, o como principal zona de producción ecológica intensiva que nutre los mercados más exigentes del Norte de Europa.

En esta visión de protección interior para poner en valor su oferta en el mercado exterior, una de las principales apuestas hechas por el Ayuntamiento de Níjar en los últimos ocho años ha sido conseguir la puesta en marcha del Puerto Seco de Níjar, que deberá estar finalizado junto con las obras del Ave en torno al año 2026. Con esta nueva infraestructura el balance de emisiones de CO2 de cada kilo de producto que llegue a esos puntos de destino por esta vía de transporte, será prácticamente imbatible en todo el mercado europeo. Además de ser una vía por la que si bien se exportará producto, con especial importancia para el ecológico de los cultivos nijareños, traerá de regreso cientos de miles de turistas que buscan espacios naturales como el Parque Natural de Cabo de Gata, precisamente en los meses de invierno, con lo que se dará un enorme paso en la desestacionalización turística.

Así, para aumentar el impacto de la puesta en marcha de esta infraestructura pública, Níjar ha redoblado sus esfuerzos en medidas locales como el sendero azul ciclopeatonal ya puesto en servicio entre San José y el Pozo de los Frailes, y que es una muestra del modelo de movilidad alternativa por el que se apuesta para la conexión de todos los núcleos de población en la costa nijareña. En el interior se impulsa la misma estrategia, pero con un formato más urbano, como el ya puesto en funcionamiento entre San Isidro y Campohermoso, los dos puntos que concentran mayor población y tránsito de personas.

Junto a ello hay toda una batería de medidas que ya se están poniendo en marcha, como los aparcamientos disuasorios a las afueras de las poblaciones del Parque Natural para que los coches se queden a las puertas de los núcleos urbanos. Cargadores para vehículos eléctricos, zonas reguladas de aparcamiento y servicios para caravanas de iniciativa privada, como el de Agua Amarga entre otros, son una parte más de ese impulso a la ordenación que debe preservar un entorno medioambiental único en Europa.

Níjar es la población de Almería que más territorio del Parque Natural de Cabo de Gata engloba en su término municipal, es decir Zona de Especial Conservación. A esto se suma que desde la costa hasta Sierra Alhamilla, o la misma Serrata de Cabo de Gata, son Lugares de Interés Comunitario (LIC), con lo que la mayor parte de su enorme extensión de 600 kilómetros cuadrados está a la sombra de alguna de estas figuras de protección.