Nuevos impulsos para la innovación en invernaderos

Análisis agricultura intensiva

Evolución de la superficie invernada en el Poniente
Evolución de la superficie invernada en el Poniente / Diario De Almería
Manuel Soriano. Ingeniero Industrial

Almería, 24 de abril 2022 - 02:00

Manuel Soriano. Ingeniero Industrial
Manuel Soriano. Ingeniero Industrial / Diario de Almería

Desde sus inicios, la agricultura intensiva de Almería se ha caracterizado por la aplicación de técnicas innovadoras, en un proceso continuo de mejora, que le han permitido alcanzar como sector un lugar preeminente en la economía provincial, con una cifra de exportación de 2.938 millones de euros en la última campaña, según el Análisis de la campaña hortofrutícola 2020/2021 de Cajamar.

La primera innovación, de carácter netamente disruptivo y que significó el inicio de este proceso, fue la técnica de cultivo en enarenado en la década de los 50. La excesiva evaporación, por la elevada radiación solar y la escasa pluviometría de la zona, hacía que las sales del terreno se depositaran en la superficie por capilaridad, convirtiéndolo en salitroso e improductivo. La aplicación de una capa de arena de unos 10 cm sobre la superficie del terreno evitaba ese fenómeno y eso permitió la puesta en producción de una gran superficie, con unos rendimientos hasta entonces desconocidos en la agricultura tradicional de la región.

Después han llegado otros avances como el cultivo en invernadero, la mejora tecnológica de los invernaderos, el riego por goteo, el empleo de sustratos en sustitución del suelo, la calefacción de los invernaderos o la lucha biológica para el control de plagas, que han convertido a la agricultura intensiva almeriense en un modelo innovador reconocido y una espléndida realidad económica y social.

La agricultura intensiva de Almería es clave para la economía de nuestra provincia y para la balanza comercial andaluza y nacional, según puede deducirse del citado informe de Calamar. Con una superficie invernada de 32.554 ha, de las que 26.288 producen con control biológico, empleó a 74.084 trabajadores y produjo 3.509.459 t en la campaña 2020/2021 de los que el 80% de la producción se destinó a la exportación. Los ingresos para el sector agrario ascendieron a 2.295 millones de euros, lo que representa un aumento de solo un 0,12 % sobre la anterior campaña. Esto convierte a Almería en la primera provincia exportadora agroalimentaria de Andalucía y la primera exportadora de frutas y hortalizas de España con el 20% del volumen total.

La agricultura almeriense es un modelo de éxito, un ejemplo de milagro económico conseguido a partir de recursos escasos y solo gracias a la capacidad de innovación y de trabajo del sector. En las difíciles condiciones ocasionadas por la pandemia de la Covid 19 nuestra agricultura está demostrando ser el sector más resiliente de toda la economía, además de garantizar el abastecimiento de productos básicos para la alimentación. Este buen comportamiento está teniendo continuidad en la presente campaña.

Existen, sin embargo, algunos problemas o amenazas en el horizonte que es necesario abordar con premura cuando aún se dispone de plena capacidad de actuación. Entre ellos cabría citar como los principales:

  • Limitación de los recursos naturales, especialmente agua y suelo. La superficie invernada ya representa el 50% de la superficie cultivada de la provincia.
  • Escasez de mano de obra. El 64% de los trabajadores agrícolas de la provincia son extranjeros
  • Disminución de la rentabilidad. Los ingresos de la campaña 2020/2021 aumentaron un 0,12% frente a un aumento de los costes del 3,3%, debido principalmente al encarecimiento de los plásticos, la energía, los fertilizantes y la mano de obra.
  • Baja productividad de los cultivos, respecto a países más tecnificados como Holanda
  • Problemas de imagen ambiental por deficiencias en la gestión de los residuos de la producción agraria.

Para contrarrestar esas amenazas y superar los factores limitantes al crecimiento, la principal estrategia del sector debe ser incrementar la productividad y la eficiencia de las explotaciones agrícolas. Para ello es necesario mejorar las estructuras, medios y técnicas de cultivo para aumentar la producción por unidad de superficie a la vez que se mejora la calidad de la misma. Se trataría de crecer en productividad y calidad, utilizando menos superficie, agua, nutrientes, energía y mano de obra por Kg de producto producido. En suma, de producir más con menos, de un uso más sostenible de los recursos.

Una de las principales medidas que debiera abordarse con urgencia es la mejora de las estructuras de los invernaderos. Para aumentar la productividad es necesario transformar los invernaderos planos del tipo parral que aún existen, así como los de raspa y amagado, en invernaderos más tecnificados que al menos tengan la ventilación automatizada y permitan la aplicación de técnicas de producción innovadoras. Informes sectoriales y estudios de mercado observan una tendencia creciente en la mejora de las estructuras de invernadero, pues mientras la superficie total invernada crece a un ritmo de 1,5% anual, la estructura de invernadero tipo multitunel crece un 6,5%, aunque solo representan un modesto 6% de la superficie total invernada.

Al objetivo de mejorar la productividad, en aquellos invernaderos ya tecnificados, la aplicación de la fertilización carbónica debiera generalizarse. Esta técnica consiste en el empleo de CO2 para producir una atmosfera interior enriquecida en este gas que aumenta el rendimiento de las cosechas.

El CO2 es, conjuntamente con la radiación solar, el principal factor de la función clorofílica, proceso por el que las plantas transforman este gas presente en la atmosfera y el agua y los nutrientes del suelo en materia orgánica. La FAO en su informe sobre cambio climático, agricultura y seguridad alimentaria afirma que el CO2 es el nutriente más importante de los cultivos.

En el interior del invernadero, debido a la fuerte absorción de las plantas durante las horas de radiación solar, se produce un descenso importante de los niveles de CO2. Mediciones típicas de esos niveles son del orden de 200 ppm, que representa la mitad de la concentración normal en la atmósfera exterior. Ese empobrecimiento carbónico en el interior del invernadero supone una disminución del ritmo de la función clorofílica y por tanto del desarrollo de la planta, lo que se traduce en importantes pérdidas de productividad. En los invernaderos de alta tecnología, ubicados principalmente en Holanda o México y en algunos invernaderos de Almería, este déficit de CO2 se corrige mediante la fertilización carbónica.

Está demostrado que niveles de CO2 dentro del invernadero superiores a los de la atmósfera producen un efecto muy positivo en la cantidad y calidad de la producción. Existen numerosos estudios de reconocido prestigio tanto internacionales como nacionales, así como ensayos en los principales centros de investigación de la provincia, que demuestran incrementos normales de producción de un 20%, que pueden alcanzar hasta el 50%, en invernaderos tecnificados con fertilización carbónica respecto a invernaderos tradicionales.

Una tercera medida innovadora que debe contribuir a la mejora de la productividad y a un mejor posicionamiento competitivo de los invernaderos de Almería es la digitalización en toda la cadena agroalimentaria, desde la producción hasta la comercialización. La aplicación de técnicas digitales a la agricultura, promovida por entidades como Cajamar o empresas innovadoras como Hispatec, está demostrando ser una gran ayuda para el sector, ya que le permite tomar y ejecutar mejores decisiones basadas en datos e inteligencia. Para ello resulta necesario disponer de una mano de obra suficientemente cualificada que permita abordar con éxito la transformación del modelo productivo.

Parece por tanto necesario acelerar el ritmo de tecnificación de los invernaderos y aplicar las mejores técnicas de producción, ya que:

  • El mantenimiento de esa posición privilegiada y el éxito de las explotaciones agrícolas en el futuro solo se alcanzará con invernaderos de alta productividad y técnicas de producción eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
  • La fertilización carbónica y la digitalización aplicadas en invernaderos de tecnología avanzada es la manera de garantizar la competitividad de la agricultura intensiva provincial en el futuro.

Existe también una razón de oportunidad para hacerlo en este momento, cuando se va a disponer de importantes recursos financieros, que pondrán a disposición del sector, tanto la PAC en el periodo (2021-2027) como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y especialmente el PERTE agroalimentario de reciente aprobación. Parte de estos recursos podrían destinarse a la mejora tecnológica del parque de invernaderos convencionales para lo que se cuenta en la provincia con una gran industria auxiliar muy competitiva capaz de ofrecer las soluciones necesarias.

Para que este proceso transformador se lleve a cabo de una forma urgente es preciso promoverlo de forma eficiente a través de la comunicación de sus beneficios y la creación de alianzas entre los agentes implicados: agricultores, asociaciones agrícolas, administraciones públicas y asociaciones de profesionales y organismos de investigación con conocimientos y experiencias muy significativas en la materia.

En este sentido cabe destacar el papel activo de asociaciones de productores como Coexphal o Unica Group, entidades privadas comprometidas con la agricultura como Cajamar u organismos públicos dedicados al fomento de la agricultura como IFAPA. También se debe resaltar el compromiso de los medios de comunicación locales con el sector agrícola en una labor de divulgación de los beneficios del modelo productivo de Almería y de concienciación sobre sus retos y oportunidades.

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