Pescado fresco de Almería, en una hora del barco a las tiendas de Mercadona

Hace un año que Mercadona apostó por llevar el pescado fresco de Almería a sus supermercados a través de la Organización de Productores Pesqueros (OPP) 71 como un comprador más. En un principio, las capturas partían de la lonja de la capital al centro logístico de la compañía en Antequera, pero ahora las distancias se han reducido al mínimo. Desde marzo, la pesca llega a las tiendas de la provincia, que están situadas a un radio de 1 hora de distancia de las lonjas, directamente, para ponerse a disposición del cliente; mientras que para el resto de comercios, en primer lugar, se traslada al nuevo centro de Guadix para su posterior reparto de acuerdo a la demanda de cada comercio y así el cliente puede comprarlo al día siguiente.

Mercadona ha iniciado este nuevo modelo de venta de pescado para disponer de mayor frescura en sus productos y ofrecer estabilidad al sector primario español, dando un paso más en el modelo de Cadena Agroalimentaria Sostenible de Mercadona. La iniciativa que contempla el reparto diario de pescado de la lonja a la tienda se está implantando de forma gradual en España, y en Andalucía ya es una realidad. Actualmente, está llegando a las tiendas de Mercadona pescado fresco de las lonjas de Almería, Garrucha, Adra, Caleta de Vélez, Estepona, Fuengirola, Marbella, Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, Punta Umbría e Isla Cristina. Esta iniciativa, que beneficia al cliente (más frescura) también persigue la estabilidad del sector pesquero.

Las tiendas próximas a la lonja tienen reparto directo en furgoneta dos veces al día: pescado azul, como sardina y boquerón, por la mañana y pescado de arrastre, como pulpo o breca, por la tarde. Este es el caso, por ejemplo, de la tienda Mercadona en Aguadulce, cuyo responsable es Francisco Rodríguez. A las 19:00 horas el pulpo se mueve en la bandeja del establecimiento. Esto no es fruto de la casualidad, simplemente es que tan sólo ha transcurrido menos de media hora desde que partiera de la lonja y escasamente una hora desde que se desembarcase y, los clientes lo saben, ya que al aproximarse la hora ya se acercan a la pescadería de la tienda en la que también se anuncia por megafonía la entrada de pescado fresco, que se distingue porque mantiene la bandeja con el identificativo de "Pescado fresco de Almería".

Son casi las 17:45 horas. Acaba de llegar a puerto de la capital el barco Nuevo Ana Mar, que salió a la mar a las 6:00 horas y cuya armadora es María de los Ángeles Cayuela, quien lleva toda su vida relacionada con el sector, también por tradición familiar. Este buque se dedica a la pesca diaria de arrastre y la llegada de Mercadona ha repercutido positivamente en su tripulación compuesta por cuatro personas. En la lonja se sigue el sistema de subasta y la mayor demanda garantiza la estabilidad de los precios y mayor volumen de ventas. "Un gran comercio tira de muchos kilos de pescado y un comprador local no es que no quiera, si no que a veces no puede asumir la pesquería y caen los precios", explica Cayuela, quien añade que en su caso se ha percibido este valor, sobre todo, en especies como la brótola, bacalailla, cigalas, gambas, merluza y pulpo.

El barco llega con entre 80 y 100 kilos de pescado y, en la subasta, vende todo. Desde la entrada de Mercadona, como reconoce Cayuela, se comercializa la totalidad de las capturas. "Se deja menos pescado sin vender. El límite está en 0,30 euros la caja, cuando baja se retira. Antes se desperdiciaban muchos kilos y ahora no".

La organización de pescadores puede llegar a comprar en una jornada en torno a 5.000 kilos de pescado, unos 3.600 por la mañana, de los cuales alrededor de 3.000 se destinan a bloque logístico y el resto a reparto directo a tiendas, y unos 1.400 kilos por la tarde, que en el mismo sentido, unos 1.000 van para bloque y 400 para tiendas. El reparto no es aleatorio. Mercadona trabaja la demanda según las necesidades de sus comercios. Antes de la adquisición en subasta programa una compra en función de la venta en las tiendas, ésta es totalmente flexible, en primer lugar porque las capturas varían, y en segundo lugar, porque conjuntamente con los conocedores del sector se eligen soluciones en pesquería que supongan la mejor relación calidad-precio.