Serón implantará chips electrónicos en sus jamones

El sector cárnico trabaja ya en un nuevo sistema de trazabilidad basado en la radiofrecuencia que podría ver la luz en 2010 · La actuación de este plan costará 1,5 millones

Gracias al chip electrónico se podrá conocer la procedencia del jamón.
Gracias al chip electrónico se podrá conocer la procedencia del jamón.
Virginia Hernández / Almería

11 de julio 2009 - 01:00

El refranero popular no se equivoca al afirmar que la experiencia es un grado, (nunca se ha desdeñar la sabiduría de las abuelas). Basta con ver ejemplos próximos. Ubicada en plena Sierra de los Filabres, la localidad de Serón se dedica desde el siglo XV a la curación de los productos cárnicos derivados del cerdo, especializándose en un jamón serrano que, gracias a su calidad, ha adquirido un nombre propio de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional.

A día de hoy, el municipio cuenta con seis secaderos que desempeñan su actividad de forma individual y que están integradas, a su vez, en la Asociación Jamones y Embutidos de Serón. El incremento de la red empresarial hizo que en 1996 se constituyera este organismo que vela por las principales necesidades de sus asociados: la promoción y el desarrollo tecnológico y comercial.

Luis Segura, presidente de la entidad, ha sido uno de los promotores de las últimas iniciativas que acometerá el gremio y que darán, sin duda alguna, un fuerte impulso a la industria. Entre ellas, destaca una ambiciosa propuesta: la implantación de un sistema de trazabilidad basado en la tecnología RFID (Radio Frequency IDentification o Sistema Identificación por Radiofracuencia) que sustituirá a los códigos de barras. Según el presidente de la asociación, el proyecto les va a reportar una característica diferenciadora porque se están "anticipando 10 años a la desaparición del código de barras".

La creación de esta nueva infraestructura supondrá una inversión potente en términos económicos. En este sentido, la Asociación Jamones y Embutidos de Serón ha solicitado una línea de ayudas al Ministerio de Agricultura y Medio Rural y Marino (MARM) por valor de 1,5 millones de euros. La ayuda, explica Segura, "en principio se ha aceptado, a falta de la última resolución" oficial.

El nuevo sistema se basa en la implantación de un microchip en cada pieza de jamón. Estos sensores contendrán toda la información relativa al producto desde el momento mismo en el que salgan de la granja (la alimentación del animal, su procedencia o aspectos relativos a sanidad e higiene, entre otros). Estos datos se trasladarán sucesivamente al matadero y al secadero que, a su vez, podrán consultar la información y la enriquecerán con otros aspectos (hora y procedimiento en la que se ejecuta al animal, humedad y temperatura a la que se curan los productos...) .

Hasta ahora, los sistemas de trazabilidad han permitido consultar datos, pero no modificarlos. Y ahí entra en juego el valor del RFID, que introduce un nuevo concepto, la información variable. Además, explica Segura, "el chip, a diferencia del código de barras, permitirá leer la información por lotes". El último eslabón de la cadena de trazabilidad será el cliente ya que, según afirma Segura, el objetivo es que el sistema llegue a integrarse "con los de las cajas inteligentes de los supermercados".

Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase inicial de estudio y se prevé que, si todo marcha bien, el año que viene se pueda comenzar la aplicación del sistema en los secaderos asociados.

Además de esta iniciativa, la Asociación Jamones y Embutidos de Serón desarrolla un plan de promoción comercial para el que el MARM ha concedido una subvención de 60.000 euros. Entre las acciones que incluye, se pueden citar actividades publicitarias o ayudas para la promoción en ferias y eventos del sector. Dentro de este pack promocional destaca la Feria del Jamón, un evento que lleva 15 años promoviendo la imagen de los productos de Serón. Como novedad, este año se ha llevado a cabo el I Concurso Cortador de Jamón.

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