Tino Stone viste de piedra natural la iglesia de Santa Ana

El Obispado financia con 2,5 millones de euros la elaboración de la fachada ventilada del edificio en Roquetas de Mar · El proyecto es de RGRM Arquitectos

Iglesia de Santa Ana y San Joaquín en Roquetas de Mar.
Iglesia de Santa Ana y San Joaquín en Roquetas de Mar.
Redacción / Almería

24 de noviembre 2009 - 01:00

La iglesia de Santa Ana y San Joaquín de Roquetas de Mar (Almería) ha utilizado piedra de la compañía multinacional española de piedra natural Tino para la elaboración de su fachada ventilada en el exterior y el interior. El proyecto ha contado con una inversión de unos 2,5 millones de euros y ha sido financiado por el Obispado.

De acuerdo con los conceptos del equipo que ha firmado el proyecto, RGRM Arquitectos, el uso de la piedra en este edificio ha contribuido a crear la sensación de durabilidad y permanencia que Obispado planteó desde el principio, ya que deseaba que la iglesia constituyera un legado a la comunidad católica de Roquetas de Mar.

Los arquitectos han utilizado en la obra piedra caliza blanca para la elaboración de la fachada ventilada en el exterior y pegada en el interior. El uso de fachadas ventiladas proporciona al edificio mayor aislamiento térmico, lo que hace que se gaste menos en climatización y ahorra energía.

La piedra es una caliza blanca de Tino con veta muy marcada, se le denomina Travertino Real y lleva un tratamiento de arenado. Los colores varían desde crema pálido a oscuro con una atractiva variedad de superficie.

En cuanto a los tonos blancos en el edificio, van desde el más puro de las piezas de mobiliario hasta los grises que aporta el mármol blanco de Macael en el suelo, pasando por el blanco veteado del Travertino Real de las capillas.

Además, la iglesia de Santa Ana y San Joaquín se caracteriza por ser la primera iglesia en el mundo cuyo mobiliario sagrado está construido con Silestone (de Cosentino). El altar, la sede, el ambón y la pila bautismal se han elaborado con este material, lo que ha permitido que el blanco sea perfecto. Así, el proyecto arquitectónico del equipo RGRM Arquitectos ha revolucionado la utilización de este material, sacándolo de su uso habitual.

La superficie para el desarrollo de las celebraciones religiosas es de 533 metros cuadrados, sobre una superficie total construida de 1.889 metros cuadrados, que incluyen la vivienda, los salones parroquiales, la torre y la casa pastoral. El templo tiene capacidad para 700 fieles sentados y una cabida total de 1.300 personas.

Además de su valor arquitectónico, la construcción de este templo ha resuelto una reivindicación histórica del populoso y castizo barrio roquetero de El Puerto, ya que desde hace 38 años los oficios religiosos se celebraban en unos salones parroquiales. La planta del edificio se constituye como un muro continuo que se pliega sobre sí mismo para conformar la nave central que acoge en su interior la sacristía y el despacho parroquial. Este sector conecta directamente con la torre-campanario y con la subida al coro.

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