La situación hídrica en Los Vélez es crítica, aunque eso para desgracia de sus vecinos ya no es noticia. En una zona, la única de la provincia, que además apenas registrado precipitaciones en lo que va de un 2018 que en ese sentido sí ha sido especialmente benigno en el resto de la provincia.

Por ese motivo es vital que los pocos recursos con los que cuentan en estos momentos se protejan, tal y como lleva haciendo su sociedad desde hace más de dos años a través de la Asociación por la Defensa del Agua de Los Vélez, que trabaja desde entonces para evitar la extracción de agua de su maltrecho acuífero, acuífero de Sierra Maria-Orce, y poniendo en peligro los manantiales que afloran tanto en su parte occidental como en la oriental a través de las extracciones de empresas lechugueras a las que apuntan como únicos responsables de una sequía sin precedentes. La Asociación se constituyó como tal el pasado mes de septiembre de 2016 como respuesta a un movimiento vecinal que nacía en agosto de 2015. Desde el primer momento trabajaron intensamente para lograr lo que consideraban de justicia: recuperar su agua y que no fuera un grupo de empresas quien dispusiera de ella. Denuncian que estas empresas foráneas vienen explotando unos terrenos de secano que han transformado en regadío desde el año 2000, "sin saber quiénes, ni cuando han autorizado dicho cambio de uso, extrayendo del subsuelo para su riego a través de pozos unas ingentes cantidades de agua de forma incontrolada, provocando una merma considerable de las reservas del acuífero y poniendo en peligro los manantiales que afloran tanto en su parte occidental como en la oriental, pero siendo ésta ultima la más trascendente, toda vez que de ella depende el abastecimiento de la población de Vélez-Rubio para consumo humano, y por otra parte la agricultura de los pueblos de Vélez Blanco y de Vélez Rubio".

El 31 de octubre de 2016, la Asociación convocaba una concentración para denunciar la situación, y la respuesta por parte de la gente lo dijo todo: más de 2.000 personas llegadas de todos los puntos de la comarca, así como de Cúllar, Oria y Orce, que se reunieron en el Pozo de la Rueda por la defensa del agua y contra la sobreexplotación del acuífero. El año pasado se plantaron muchas menos hectáreas, de 500 a medio centenar, "y nos dicen que ha sido por la presión ejercida por la Asociación, pero no lo tenemos claro. Y vamos a seguir luchando porque esta situación no se vuelva a repetir", explica Pascual Soriano, presidente de la Asociación, quien adelanta que habrá una reunión de la Asociación y los alcaldes de todos los municipios afectados para organizar un plan de acción para todo lo que va de 2018 que tiene como objetivo principal llegar hasta las administraciones para que pongan medios a fin de solucionar la difícil situación hídrica que viven en la zona. Y por supuesto, limitar las extracciones o incluso eliminarlas desde la iniciativa privada.