El sector hortofrutícola almeriense continúa pendiente de resolver el viejo reto de enviar sus productos, sobre todo, aquellos de más calidad y, por tanto, con un mayor valor añadido y posibilidades de conseguir un mejor rendimiento económico, a los países más alejados desde el lugar de origen.

Este desafío no está guardado en un cajón, ni mucho menos. El director del aeropuerto de Almería, Santiago Yus, que dirigirá a partir del 1 de abril el aeródromo de Tenerife Sur, ha estado hasta el último minuto promoviendo las instalaciones almerienses, tanto entre las empresas en destino, como entre las compañías aéreas y, cómo no, entre las cooperativas y alhóndigas almerienses, estas últimas, a pesar de la cercanía, el principal escollo hasta la fecha.

Son numerosos los contactos que ha llevado a cabo el aeropuerto de Almería en este sentido, pues, según sus estimaciones, es viable enviar frutas y hortalizas a destinos lejanos. Los cálculos que realiza el equipo técnico de Santiago Yus sitúan el envío de mercancía desde las instalaciones almerienses en una horquilla que va desde un euro hasta 1,7 euros por cada kilo, cuyos destinos analizados son varias ciudades de Estados Unidos, Canadá, Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Rusia, entre otras.

El coste, lógicamente, desciende a medida que aumenta la frecuencia de los envíos, así como si se consigue la posibilidad de obtener retorno de mercancía, con precios estimados para un avión de 110 toneladas de carga, un Boeing 747, que sería el considerado estándar para las dimensiones del aeropuerto de Almería, dotado con una pista de 3.200 metros de largo por 45 de ancho, óptimas para este tipo de operaciones.

"Estamos preparados desde hace tiempo para poner en marcha este transporte, pues contamos con las infraestructuras y ponemos a disposición de las empresas interesados todos los servicios, control aduanero, puesto de inspección fronteriza y terminal de carga", apunta Yus, que explica que han contactado con embajadas y agregados comerciales de algunos de estos países cuyos costes han pormenorizado, además de que varias compañías aéreas de reconocido prestigio internacional se han interesado por el aeropuerto almeriense para comenzar a operar, ofreciendo sus servicios a las empresas hortofrutícolas almerienses.

La posibilidad de transportar frutas y hortalizas a través del avión es un complemento ideal para el transporte por carretera y nunca excluyente, como destaca Santiago Yus. Se trata de optimizar los recursos y aprovechar los 'huecos' que deja el camión, pues en los destinos más alejados se gana en tiempo y, por tanto, en calidad de cara al consumidor, de ahí que el valor añadido aporte un mayor margen. Ahora deberá coger el relevo en esta tarea el nuevo director, Pablo Lázaro Melgar.