Los almerienses vuelven a confiar en el crecimiento económico

El Colegio de Economistas ha hecho públicos los resultados del barómetro relativo a la situación económica provincial durante el último semestre del pasado año. Las respuestas recogidas entre el 2 y el 27 de diciembre a una muestra de 61 personas han revelado que, la situación económica ha resultado menos negativa de lo que se esperaba, y que el indicador de confianza ha recuperado casi 22 puntos porcentuales, aunque se mantiene en números rojos.

Según la percepción de los encuestados, la situación económica personal es mucho menos negativa. Sin embargo, se percibe un gran pesimismo en cuanto a la economía provincial, autonómica y nacional ya que, según los resultados del barómetro, mientras más se aleja la pregunta del ámbito personal, más negativa es la respuesta.

Paradójicamente, la mayor parte de los principales sectores económicos de la provincia de Almería mejoran su puntuación este semestre con respecto al anterior. Solo retroceden ligeramente el turismo y el comercio menor. La agricultura intensiva recupera el liderazgo, seguida de su industria auxiliar. El factor que más incide sobre la competitividad de las empresas vuelve a ser el precio de la energía, y el coste salarial se coloca como el segundo.

Resulta curioso que, a pesar del pesimismo del conjunto de la encuesta, solo dos sectores hayan empeorado su puntuación respecto al semestre anterior, y de forma muy ligera: el turismo y el comercio al por menor. El resto mejora. La agricultura, además, recupera el primer puesto del escalafón, con un cierre de campaña mucho más favorable de lo que se esperaba inicialmente. Le siguen igualados la piedra natural y la industria auxiliar de la agricultura. Cierra el grupo de cabeza el turismo. En un nivel intermedio se sitúa la construcción, que se está viendo impulsada por la obra pública principalmente. Transporte y comercio menor, por este orden, cierran la clasificación de este semestre. Este último sector, además, se encuentra en la parte más pesimista de la escala (por debajo de 2,5).

Con las opiniones históricas de esta pregunta se ha construido un indicador de la evolución de la economía almeriense. Se trata de una media aritmética simple de todas las puntuaciones, por lo que fluctúa entre 1 y 5. El análisis de este indicador es de 3,4 puntos, lo que lo sitúa en un entorno de mejora de la situación económica en el segundo semestre, muy cerca del máximo, y recuperando la tendencia alcista posconfinamiento.

Respecto a las medidas que ha tomado el Banco Central Europeo para contener la inflación, como la subida de tipos y tanto su ritmo como intensidad, existe una gran división de opiniones. Así, un tercio de los encuestados opina que la escalada está siendo demasiado contundente (desde el cierre de la encuesta a hoy se ha subido un punto más), al tiempo que un 30% cree que es totalmente adecuada y solo el 16% no tiene una opinión formada al respecto. Los economistas almerienses encuestados no creen que estas subidas de tipos vayan a tener resultados a corto plazo, aunque sí que se esperan efectos negativos en la economía

En cuanto al aumento de la inflación, más del 60% de los encuestados considera que los precios continuarán aumentando durante los próximos seis meses, lo que supone un descenso porcentual en 20 puntos respecto a la encuesta anterior. Tan solo el 4,9% de los encuestados apuesta por la reducción de los precios, un resultado más optimista teniendo en cuenta que este porcentaje era de 0% en las oleadas anteriores.

Según las opiniones que marcan el resultado del barómetro, el 36,1% de los entrevistados opina que la inversión empresarial bajará, mientras que el 4,9% estima que subirá durante los próximos meses. Ambos porcentajes, han bajado respecto a los resultados del primer semestre lo que deja paso a un tímido optimismo.

En términos generales, el 2022 ha sido bueno económicamente. En palabras de Ana Moreno, “es cierto que había una previsión de PIB provincial del 3,9% y de inflación del 8,3% para 2022 y al final ambos datos han sido mejores, del 5,5% y del 5,7% respectivamente, pero también hay que indicar la preocupante subida de la deuda pública (114,3% del PIB), que nos hace muy vulnerables, también la presión fiscal de las empresas (que ha subido del 39,2% de 2019 al 44,1% en 2022) y que afecta a la competitividad”. Sin embargo, en los últimos meses del año el crecimiento económico ha sufrido una desaceleración. Esto se debe a lo que los economistas han denominado como “efecto escalón”, generado por la rápida recuperación económica de los últimos dos años, en los que se ha llegado a recuperar casi en totalidad el porcentaje del PIB perdido por el impacto de la pandemia en la economía en 2020. Por ello, una vez recuperados los niveles económicos de 2019, se prevé que el crecimiento será más modesto este 2023.

Por otro lado, se ha indicado que el sesgo pesimista predominante frena en gran medida la economía, ya que hace que ante la incertidumbre las familias prefieran ahorrar reduciendo el consumo y por ende las transacciones económicas lo que hace que se frene el crecimiento económico.