“Cosentino es una multinacional cuyo corazón, de donde bombea toda la sangre, sigue en Almería”. En esta tierra, como recuerda Álvaro de la Haza, vicepresidente ejecutivo de la compañía, produce el 90% de sus superficies, sin embargo, las ventas en la comunidad andaluza solo suponen el 2% de su facturación. Defiende la sede de Cantoria, donde integra fábrica, servicios corporativos e I+D, como el mejor marketing de la multinacional, pero este arraigo a la provincia almeriense no le hace perder la visión global, que para la firma parte de la mezcla de la ambición y la humildad, “de hacer las cosas sin complejo pero también escuchando y aprendiendo”. Y es que el grupo comercializa sus productos en más de 110 países, está implantado en 40 y posee filiales o activos propios en una treintena.

En 2020, Cosentino volvía a superar los mil millones de euros en volumen de negocio. El vicepresidente de la empresa señala que el hecho de que, con la pandemia, la población haya permanecido más en casa ha propiciado que destine menos dinero al ocio y apueste por reformar su hogar y, eso, les ha beneficiado, “pero también se debe a la recogida de lo sembrado desde hace muchos años”.

Álvaro de la Haza aprovechaba ayer el marco del Andalucía Investors Day, organizado por El Confidencial, para insistir en la necesidad de la mejora de las infraestructuras y comunicaciones para Almería, como el Corredor Mediterráneo. “La isla de Almería, a nivel de comunicaciones, es terrible. Es una de las desventajas de la provincia a la hora de crecer”, dice el vicepresidente de la multinacional, quien recuerda que el Corredor no es un invento de Almería o Murcia, sino de la Unión Europea, una necesidad para el transporte de mercancías de forma sostenible.