Los arrozales se suman a las técnicas de producción integrada

La mayor parte de los cultivos andaluces de arroz usan técnicas respetuosas con el medio ambiente · El área de Doñana concentra la mayor superficie de este cultivo

El arroz requiere cuidados contra plagas como la Pudenta.
El arroz requiere cuidados contra plagas como la Pudenta.
Redacción / Almería

29 de mayo 2010 - 01:00

Los arrozales de Isla Mayor representan un magnífico ejemplo de interrelación entre ecosistemas agrarios y espacios naturales. En el área de influencia del Parque Nacional de Doñana se concentra el mayor área de cultivo de arroz de nuestro país, en concreto 36.000 hectáreas que producen 325.000 toneladas anuales, casi todas ellas bajo técnicas de producción integrada. Los arrozales son además un elemento imprescindible del paisaje natural sirviendo de hábitat para la fauna autóctona, organismos acuáticos y aves.

Coincidiendo con la celebración del año internacional de la Biodiversidad, expertos y medios de comunicación han visitado las plantaciones para descubrir cómo coexisten agricultura y biodiversidad en la zona. Para explicar el importante papel socioeconómico, ecológico y cultural que el cultivo del arroz desempeña en el Guadalquivir, han participado en la jornada el director gerente del Espacio Natural de Doñana, José Juan Chans, y el profesor Víctor M. Muñoz del departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que han coincidido en señalar la necesidad de consolidar del cultivo del arroz, por tratarse de una actividad que se integra totalmente con los humedales cercanos al Parque y la promoción de iniciativas encaminadas a promover su sostenibilidad a través de las técnicas de producción integrada.

Durante la visita, se ha destacado también el importante papel que un buen uso de fitosanitarios juega en lograr ese equilibrio, ya que el cultivo del arroz requiere de cuidados que lo protejan de plagas y enfermedades como la Pudenta, la Pyriculariosis y la Helminthosporiosis. Para ello, los agricultores necesitan contar con las herramientas necesarias para controlarlos y así evitar pérdidas catastróficas, como ha señalado el gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Manuel Cano, quien ha añadido que las restricciones impuestas por la nueva normativa comunitaria fitosanitaria han eliminado sustancias activas hasta ahora eficaces y seguras sin que exista criterios científicos que lo justifiquen.

El jefe de Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura andaluza, Ricardo Alarcón, y el director general de la Asociación Empresarial de protección de cultivos (Aepla), Carlos Palomar, han explicado los beneficios del uso sostenible de los productos fitosanitarios 'medicinas de los cultivos', así como las consecuencias que su reducción genera para los agricultores, una preocupación compartida por la industria y la Junta.

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