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El valor de la artesanía: técnica e investigación detrás de cada pieza

  • Antonio José Flores es ceramista: “Es importante que la gente entienda los procesos que requiere y cuando vea una pieza no piense que es un cacharrico”

Antonio José Flores, ceramista de Almería y 'Maestro Artesano'

Antonio José Flores, ceramista de Almería y 'Maestro Artesano' / Rafael González (Almería)

"Yo no es que tornee una taza en dos minutos, es que me he tirado toda una vida para tornear en dos minutos una taza y hacerla de una forma concreta”. Esta frase del ceramista almeriense Antonio José Flores no puede describir mejor lo que es el oficio del artesano profesional, cuyo bagaje laboral y artístico va cargado de altas dosis de formación, investigación y trabajo continuo, que, además, evoluciona el legado cultural.

Antonio José Flores, ceramista de Almería, explica cómo investiga con los esmaltes Antonio José Flores, ceramista de Almería, explica cómo investiga con los esmaltes

Antonio José Flores, ceramista de Almería, explica cómo investiga con los esmaltes / Rafael González (Almería)

Antonio Flores es uno de los 72 artesanos y artesanas en Almería inscritos en el Registro de Artesanía de Andalucía, uno de los diez ‘Maestros Artesanos’, así como su taller, en la barriada de Costacabana, es uno de los 11 Puntos de Interés Artesanal en la provincia; además, hace menos de un mes, recibía de manos del delegado territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Emilio Ortiz,  el distintivo de la nueva marca ‘Artesanía hecha en Andalucía’ y se perfila de nuevo como presidente de la Asociación de Artesanos de Almería. Flores es ceramista y compagina la creación, producción y comercialización de sus piezas con la formación, de hecho, como él mismo apunta, han sido las clases que imparte las que le han permitido vivir durante estos largos meses de pandemia por la COVID-19.

La vida de Antonio no se entiende sin la cerámica. A los 17 años entró en la Escuela de Artes de Almería de donde salió como graduado en Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, especialidad Cerámica Artística. “Lo tenía muy claro”, dice. En su familia no tiene antecedentes en este oficio; según recuerda fue una experiencia con la cerámica en el colegio la que le despertó el interés por la misma. Hoy tiene 54 años, “han pasado 37 años, todos los días trabajando”.

Uno de los hornos de cocción en su taller en Costacabana (Almería) Uno de los hornos de cocción en su taller en Costacabana (Almería)

Uno de los hornos de cocción en su taller en Costacabana (Almería) / Rafael González (Almería)

En su taller, varios hornos de cocción, pruebas de esmaltes con distintas bases, vitrinas con piezas ya elaboradas y, estos días, cajas preparadas sobre una mesa para llevar a ‘Alfaralmería’ esta semana durante la Feria de Almería, donde también participará en actividades. Antonio ahora focaliza su producción en cerámica utilitaria de alta temperatura, “trabajo en el torno, con plancha, gres, refrectarios y esmaltes de alta temperatura, que se cuecen a 1.260 o 1.280 grados. Esto llevo haciéndolo unos seis años”, explica. De acuerdo a sus palabras, durante su trayectoria ha tocado distintos palos, así describe que años atrás hizo mucha decoración trabajando con arquitectos: “Hacía murales, tema de luminarias, técnicas decorativas sobre azulejos…”; de hecho ejemplos de sus murales pueden verse en los cabeceros de cama del Hotel Naturaleza en Rodalquilar. Durante cuatro años tuvo Keramiké, donde vendía materiales, hacía exposiciones con ceramistas e impartía talleres, “en esos cuatro años no estuve centrado en la producción porque dedicaba mucho tiempo a la tienda”; ahora ha vuelto a la elaboración; trabaja por encargo, así recibe de la restauración para conformar sus vajillas, pero también avanza en piezas a voluntad propia.

72 artesanos y artesanas en Almería están inscritos en el Registro de Artesanía de Andalucía

En cuanto a la conservación del patrimonio cultural de Andalucía, Flores ha realizado reproducciones cerámicas de piezas de la cultura del Neolítico, los Millares, así como del arte hispano-musulmán, teniendo piezas expuestas en el Museo Arqueológico de Almería. Si bien, sobre esto quiere dejar claro que fue por casualidad y, aunque sabe hacerlo, no se dedica a ello y atribuye el mérito a Manolo Salas, de Benahadux, de quien dice que hace unas reproducciones magníficas y le enseñó. "Tuvo un incendio en la carpintería y me invitó a hacer yo las reproducciones. Sé hacerlo porque él me ha enseñado, pero no me dedico a ello”.

Con las clases que imparte, este ceramista detecta el interés por la artesanía y por la cerámica en concreto. “Con la pandemia he tenido muchos alumnos, aunque haya tenido que hacer grupos muy reducidos, y tengo lista de espera”. No todos sus alumnos aprenden con el objetivo dedicarse a ello, otros lo hacen por afición y otros por terapia. En este sentido, Flores explica que la cerámica ayuda a personas con problemas, “yo llevo años trabajando en centros de mayores dos días a la semana, también he trabajado en barrios en riesgo de exclusión social a través de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Almería y con la asociación Capacitarte he trabajado con personas con discapacidad. Para mí, utilizar la cerámica como terapia es muy importante”.

Antonio Flores muestra algunas de sus piezas Antonio Flores muestra algunas de sus piezas

Antonio Flores muestra algunas de sus piezas / Rafael González (Almería)

Antonio Flores considera que es fundamental dar a conocer esta actividad: “Es importante que la gente entienda los procesos que requiere y cuando vea una pieza no piense que es un “cacharrico”. Pensar, diseñar, amasar el barro, preparar la pieza, investigar en materiales y esmaltes para conseguir el producto final que quieras forma parte del proceso, “el mundo de la cerámica es muy amplio, puedes hacer lo que quieras, hay muchas técnicas, es pintura, escultura, es física…”

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