Barómetro Económico: “Pesimismo e incertidumbre” de cara al segundo semestre de 2025 en Almería

Un buen primer semestre de 2025, con el hándicap de que el Índice de Sentimiento Económico no es nada halagüeño para el segundo, en el que aparecen nuevamente la incertidumbre y el pesimismo. A grandes rasgos, ésta es la conclusión que pudo sacarse de la presentación del Barómetro de la Situación Económica del primer semestre de 2025, que en la mañana de ayer presentaró el Colegio de Economistas de Almería.

Un documento que como destacaba la decana muestra que “a pesar de que los datos económicos hablan de una tendencia positiva, la incertidumbre continúa marcando el sentimiento general”. Desde 2018 hasta 2023 las cotizaciones sociales se han incrementado un 28%, lo que repercute en la capacidad de las empresas para invertir en innovación, investigación y también en la mejora salarial. “Las medidas políticas deben alinearse con la realidad del mercado laboral”, aseguraba Ana Moreno.

Por segundo trimestre consecutivo, el Índice de Sentimiento Económico retrocede por y vuelve a terreno negativo, si bien ha dejado de mostrar los grandes altibajos que se producían desde 2020. El desencadenante principal de este aumento del pesimismo se produce en las expectativas sobre la situación económica para la segunda mitad del año, ya que para el primer semestre el sesgo era optimista. Las expectativas de inflación se mantienen en niveles similares a las de hace seis meses, mientras que la inversión empresarial esperada será menor que la de periodos anteriores. Paradójicamente, la visión sobre lo que nos deparará el empleo en el próximo semestre mejora con respecto a las previsiones anteriores.

El director del Barómetro, David Uclés, asegura que esta montaña rusa de expectativas vienve produciéndose desde el Brexit. “Todos coinciden en que el primer semestre ha sido bueno, pero las previsiones para el segundo vuelven a cargarse de pesimismo e incertidumbre”.

Uclés ha apuntado también a las presiones inflacionistas aún vigentes, con el 0% de los encuestados esperando una bajada de precios y un IPC provincial situado en el 2,7%.: “La inflación sigue teniendo efecto directo sobre la productividad, la creación de empleo y la renta de las familias”, concluía.

Respecto a la valoración de los sectores productivos de la provincia, hay mejora de forma general, con las únicas excepciones de un ligero descenso en la piedra natural y otro de mayor calado en el comercio menor. En paralelo se estrechan las diferencias entre los sectores con mayor valoración: agricultura, industria auxiliar y piedra natural. El turismo pasa a ser ahora el cuarto.

La sensación generalizada de que la falta de infraestructuras y la escasez de mano de obra en el sector primario laminan la competitividad empresarial, también es considerado como principales factores limitantes para los economistas almerienses.