El bien de las mil vidas, el plástico
Plásticos para agricultura
En Plásticos Maro defienden el reciclaje y la reutilización de este derivado del petróleo imprescindible en la actividad productiva y económica de la provincia almeriense, la huerta de toda Europa
En pleno corazón del mar de plástico almeriense, considerado la huerta de Europa debido a que la mayoría de los productos agroalimentarios que aquí se cultivan dan de comer cada día a miles de europeos repartidos por todo el continente se encuentra Plásticos Maro, el productor de un bien esencial para llevar el nombre de Almería a todos los rincones del mundo.
Esta empresa, que nació hace apenas diez años ha crecido de forma exponencial gracias a la combinación de constancia, una gran experiencia previa en el sector y un gran mimo de sus trabajadores durante el proceso productivo para ofrecer el mejor producto al agricultor para sus cultivos, virtudes que han venido ampliándose a base de un intenso aprendizaje en un corto periodo de tiempo.
En la fábrica compuesta de una nave dividida en tres estancias se produce la mayoría de los plásticos que cubren el suelo almeriense, pero también muchos de los invernaderos de Huelva, e incluso algunas de las bobinas llegan a cruzar el charco para ser utilizadas en las plantaciones de México.
“Las máquinas que aquí tenemos son impresionantes y fueron diseñadas especialmente para los objetivos que nos habíamos propuesto”, cuenta Miguel Ángel Martínez, gerente de Plásticos Maro. Una de las grandes fortalezas de esta productora es que todos los plásticos que hacen son a medida, por lo que el cliente tiene una amplio abanico de posibilidades entre las que escoger el producto que mejor se adapte a sus necesidades debido a que las máquinas de las que hace uso la empresa fueron diseñadas para adaptarse a la producción de diferentes tamaños de plástico. “Al principio todos consideraban que era una debilidad no vender tamaños estandarizados, pero con mucho esfuerzo conseguimos adaptarnos a las necesidades del cliente y ahora es nuestra mayor ventaja porque desde el principio quisimos apostar por la flexibilidad tanto en tamaño como calidad”, explica el gerente.
Y a pesar de que en Almería el plástico es un bien necesario, es prácticamente inevitable ver la otra cara de la moneda, como la contaminación de tierras y mares ocasionada por los deshechos de este producto. “El plástico está muy demonizado y es paradójico porque es 100% reutilizable. En Plásticos Maro reciclamos el plástico que sobra de una tanda de producción para volver a incorporarlo en otra que tenga las mismas características. Los que nos dedicamos a esto sabemos reutilizarlo perfectamente, y es más queremos reutilizarlo porque la materia prima es muy cara”, señala Miguel Ángel Martínez.
Si bien, desde la empresa argumentan que el plástico no es malo y que todavía no se ha dejado de usar porque no se ha encontrado una alternativa mejor, equiparándolo al hormigón que inventaron los romanos y que a día de hoy se sigue utilizando. Además, defienden que el material no es malo, sino la forma en la que se gestiona cuando deja de tener vida útil. Por esta razón, Plásticos Maro participa en MAPLA (Medio Ambiente, Agricultura y Plásticos) una iniciativa voluntaria a nivel nacional impulsada por los productores de plásticos agrarios cuyo objetivo es guiar a los agricultores en cuanto a la correcta gestión de los residuos plásticos, no envases, y de esta manera cumplir con su obligación.
Abogando por el cuidado del medio ambiente, y haciendo caso a uno de los pilares fundamentales de la empresa moderna, la sostenibilidad, la empresa de La Mojonera tiene previsto introducir nuevas tecnologías y materias primas para apostar por el plástico biodegradable. “A pesar de que el plástico tenga mil vidas, hasta ahora hemos visto que si no se gestionan bien sus residuos puede generar un gran problema. Por ello, queremos hacer una apuesta por el material biodegradable que cumpla con las mismas características que otros de nuestros productos, pero que haga más fácil la gestión de sus deshechos. Porque, si el agricultor no tiene que preocuparse de gestionar los residuos, tendrá un problema menos, al igual que el medio ambiente”, ha comentado el gerente de la productora.
Producción de plástico en Plásticos Maro
El proceso de producción es tan simple que puede parecer complicado. La materia prima, llamada ‘pellets’, viene en forma de pequeñas bolitas que poseen dentro de sí los diferentes ingredientes que determinan la calidad requerida por el cliente. Estos pellets se funden a una gran temperatura, y la masa resultante es aspirada y dosificada para crear la lámina de plástico que sale hacia arriba en forma de globo. Luego, cuando las láminas llegan a lo más alto de la estructura de la máquina se prensan con rodillos a una mayor velocidad. Después todo baja a una gran velocidad mediante un sistema de rodillos para crear una bobina que puede ser de diferentes tamaños y grosores. El corte es automático e inmediatamente después la máquina está preparada para formar una bobina nueva, aunque es cierto que el cambio de cilindros es manual. La máquina además de ser diseñada para crear diferentes tamaños, fue concebida para reducir en la mayor medida de lo posible el tránsito de una materia prima a otra, para no mezclar materiales de propiedades diferentes y reducir el riesgo de imperfecciones.
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