El campo limpia su suelo para cultivar tomate raf en octubre
Finalizada la campaña en los invernaderos, los productores aprovechan para desinfectar y blanquear, a la espera de recibir las plántulas de los semilleros
La campaña agrícola 2008-2009 está dando ya sus útlimos coletazos y desde Soloraf ya esperan retomar el cultivo del considerado como auténtico 'pata negra' de los tomates de Almería, el raf.
El tomate raf volverá en octubre, pero eso no significa que el trabajo del agricultor se tome un descanso. Desde la propia web de la empresa se explican los pasos del proceso de preparación del suelo desde el final de la campaña hasta la puesta en marcha de la siguiente.
Nada más acabar la campaña los invernaderos se "vacían". Las tomateras se arrancan y son llevadas a plantas de reciclaje de vegetales para que no estén al aire libre y contribuir a la higiene rural del campo, minimizando la posibilidad de propagación de posibles plagas. En contra de la creencia habitual, las plantas se renuevan cada campaña y tras su retirada comienza la preparación del terreno con una buena desinfección del suelo.
También se pude aprovechar para "blanquear" de nuevo. El blanqueo es un proceso por el cual se cubre el techo del invernadero de una película blanca que difumina la luz solar para que incida de manera uniforme sobre las plantas. Se trata de un polvo blanco que queda adherido al plástico.
La tierra del invernadero es, en realidad, arena y tiene dos partes muy diferenciadas, el sustrato superior de un color más claro, que sirve de base para que agarre a la raíz; y el inferior, de color más oscuro, donde se encuentran las principales propiedades salinas que confieren parte de su sabor al Raf.
A lo largo de cada campaña son distintas las plagas y organismos que pueden atacar a la planta y al fruto, tales como la Tuta absoluta, que este año se ha propagado con especial virulencia y que, sin duda, será uno de los retos de la agricultura almeriense en la próxima campaña.
Almería lidera el uso de técnicas de producción integrada en Andalucía y se ha convertido en un referente.
En la Lucha Biológica se emplean depredadores naturales de los insectos, ácaros, hongos... En definitiva, soluciones limpias, sanas y con residuo cero.
De esta manera se crea un ecosistema donde los la fauna auxiliar elimina las plagas, con una gran efectividad. En Almería ya hay más de 12.000 hectáreas que utilizan este sistema, una revolución que comenzó a consolidarse la pasada campaña y que, en la actualidad, alcanza una superficie que llega a las 20.000 hectáreas en segundo ciclo.
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