Agricultura de Almería

El control biológico se asienta como la herramienta a normalizar en el agro

  • El reto es innovar, pues aún hay plagas contra las que es difícil luchar y dar a conocer esos avances para expandir el método

  • Unica Group y Coexphal trabajan juntos en el proyecto ‘IPM Works’

Técnicos de Bioline, Unica y Coexphal en una finca con el control biológico implantado.

Técnicos de Bioline, Unica y Coexphal en una finca con el control biológico implantado.

La importancia del control biológico es capital para la agricultura almeriense. Por su expansión total pasa buena parte de su competitividad, ya que depender de la propia naturaleza para la prevención y control de plagas por delante de los químicos es lo que en buena medida va a hacer que la provincia tenga mucho ya recorrido para dar un valor añadido por encima de los demás, ajustándose a lo que demanda un consumidor cada vez más formado y que es perfecto conocedor de lo que desea comer. Y claro, eso pasa por alimentos que sean sostenibles.

En este sentido, la cooperativa de segundo grado Unica Group, un referente productivo y comercializador, no solo en la provincia, sino en el resto de España y el continente, tienen en el control biológico la base del control de plagas para la gran mayoría de los cultivos.

Aunque ‘los bichos’ hacen un gran trabajo, sigue habiendo plagas contra las que es difícil luchar. Por ejemplo, en tomate, se da el caso con Tuta absoluta y vasates, y en pimiento hay problemas con pulgón y algunos chinches. Igualmente, en pepino, calabacín, melón y sandía, los resultados del control biológico no siempre son los más deseados.

En este contexto, los equipos técnicos de la propia cooperativa en coalición con los de la asociación almeriense Coexphal, y de manera conjunta con los expertos del laboratorio Bioline, han empezado una nueva colaboración para explorar nuevos métodos y demostrar su eficacia. El pasado mes de octubre de 2020, comenzó una nueva iniciativa europea para dar un impulso al control integrado de plagas en agricultura: ‘IPM Works’, traducido como ‘Control Integrado Funciona’.

El objetivo de este proyecto no es otro que el de fomentar el uso de técnicas alternativas a los plaguicidas químicos en agricultura, a través de demostraciones en la práctica y divulgación de resultados.

En ‘IPM Works’ colabora un total de 31 entidades de hasta 17 países. Esta iniciativa se dirige a casi todos los sistemas agrícolas existentes, incluyendo además del agro intensivo también a los cultivos al aire libre, frutales y vid.

En este sentido, la asociación Coexphal es quien lidera la parte del grupo dedicada a los cultivos hortícolas bajo cubierto, con representantes de Holanda, Reino Unido, Bélgica, Francia y Portugal. ‘IPM Works’ tendrá una duración de cuatro años y permanentemente se desarrollarán demostraciones en la práctica y divulgación de resultados.

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