El control de la sandía Fashion, desde el campo hasta el corazón

Las plantaciones de sandía que se comercializan bajo la marca Fashion están a pleno rendimiento en la provincia. El cuidado y control de esta fruta desde el campo hasta su salida al mercado es bastante elevado y quizás éste sea uno de los motivos del éxito de esta sandía del Grupo AGF, que comercializaba 70 millones de kilos en la pasada campaña.

Para ser marca Fashion la sandía tiene que poseer una madurez óptima, un color rojo intenso, poseer la característica sin pepitas, un dulzor de 10º brix como mínimo, debe estar bien formada y exenta de heridas, magulladuras, ataques de parásitos animales o enfermedades y de defectos de coloración en la corteza. Joaquín Crespo, agricultor abderitano y quien durante el resto de la temporada agrícola se dedica al cultivo de pimiento, es uno de los productores de sandía que han apostado por la marca Fashion, principalmente porque es una garantía de cara a la comercialización y rentabilidad. En su finca de 30.000 metros, Crespo plantaba las sandías a finales de febrero; a mediados de abril introdujo las colmenas para polinización y tras su retirada a principios de mayo, está previsto que recoja los frutos en un par de semanas y para ello empleará a una docena de trabajadores. En invernadero, junto a la Fashion se percibe otra sandía, se trata de una microsemillas la cual se poliniza y da lugar a la negra sin pepitas. Esta sandía madre, verde y rayada, es comercializada por AGF bajo la marca Icebox, con 9ºbrix como mínimo, y se corresponde con las variedades Jenny, Premium o Kudam de Nunhems. Durante el cuaje se aplastan las matas del suelo para que llegue más luz al cultivo y así engorde.

El rendimiento de la sandía Fashion es de unos siete kilos por metro. Su producción se realiza a través de lucha integrada y tal como se contempla en su protocolo los productos fitosanitarios deben estar aceptados por la legislación vigente para el cultivo de sandía, deben ser compatibles con las abejas y, siempre y cuando sea posible, debe ser un manejo integrado (control biológico), con la intención de favorecer el desarrollo de la fauna auxiliar. Asimismo, para el cuajado quedan totalmente prohibidas las hormonas y se hace exclusivamente con colmenas.

El seguimiento técnico y cualitativo de la sandía se inicia en la superficie de cultivo, así controlando plagas y con especialistas en corte, que con refractómetros analizan los grados brix de la fruta para saber cuándo está madura. Pero no cesa aquí. Una vez la sandía llega la sala de manipulado de las empresas asociadas intervienen tanto auditores externos como internos. En un primer paso, el interno selecciona las sandías que cumplen las exigencias del Grupo AGF y rechaza las manchadas, huecas, etc. Por su parte el externo controla cada una de las partidas que entran en la compañía y que se dispensarán bajo la marca Fashion. Tras la selección, la sandía pasa por el calibrador que agrupa el producto por tamaños, de esta forma esta sandía se comercializa en distintos calibres desde el 2 al 6. Posteriormente se procede a su etiquetado, con una identificación con los distintos valores de la fruta, desde el calibre a otros indicadores de trazabilidad como la empresa de donde parte y el código que señala la finca. En el caso de que el destino de comercialización de la sandía sea España, esa etiqueta se complementa con otra en forma de corazón que muestra el acuerdo de colaboración de la marca Fashion con la Fundación Española del Corazón, que reconoce las propiedades cardiosaludables de la sandía, así su alto contenido en licopeno, un antioxidante, y citrulina, una sustancia que produce un relajamiento de los vasos capilares y que, al ser convertida por el metabolismo en un aminoácido llamado arginina produce efectos beneficiosos en el corazón, en el aparato circulatorio y en el sistema inmunitario.

La campaña de Fashion arranca en Senegal, cuya plantación en semillero se realiza en octubre y recolecta en abril. En España, el trabajo en semillero se desarrolla en diciembre y las primeras sandías se empiezan a recoger en el poniente almeriense para continuar por el levante hasta Tarragona. El mercado de esta sandía son los países europeos, sobre todo, España, Francia y Alemania.