Cooperativa La Victoria estrena su nueva sede en La Mojonera

La Cooperativa La Victoria es un firme ejemplo de lo que es La Mojonera, uno de los pueblos con mayor tradición agrícola en el epicentro de la producción europea. Su historia ha ido creciendo con los años, su volumen de negocio se ha incrementado un 142%, al mismo ritmo que lo ha hecho este municipio del Poniente, y ahora, fruto de la necesidad, estrena una nueva sede más amplia. Estará a las afueras, en un terreno de 1.700 metros cuadrados para la nave y 650 para oficinas. “Estamos creciendo mucho, teníamos la urgencia de trasladarnos a unas instalaciones más grandes”, cuenta su gerente, Mª Ángeles Pérez.

Es su primer gran cambio. “Desde el 1968 ha pasado toda una vida, el pueblo ha crecido alrededor de la cooperativa”, cuenta, pero ahora es necesario mudarse a unas nuevas instalaciones a las afueras para poder seguir trabajando. “Estar en el centro era un engorro para nuestros socios”, asegura. Y, como en toda cooperativa que se precie, “los socios son nuestros propietarios”.

Estas nuevas instalaciones, que se abrieron por primera vez en abril para una fiesta con la comunidad que conforma la cooperativa y ahora empiezan a trabajar a pleno rendimiento, “van a ser más fácil para nuestros socios y para los proveedores”. La idea, estar en esta nueva casa “sesenta años más”.

Esta cooperativa, que es una de las primeras que se conformó en la provincia, dedica su actividad a los insumos que construyen el paisanaje del ‘mar de plástico’. En este nuevo rincón de La Mojonera, el agricultor tendrá su espacio, su rincón. “Es un sitio para los productores, es nuestra sede social, el lugar donde hay formaciones para los cooperativistas”, explica.

El estreno ha causado felicidad entre los miembros de la entidad. “Los cooperativistas están felices, había ganas”, resume Pérez. En el acto del pasado abril ya contaron su historia, dentro de la comida de convivencia, y ahora esta salta a la palestra pública como motivo de orgullo del sector agrícola.