La CUCN pide a la Junta de forma urgente que abastecimiento utilice el agua del trasvase

La Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar (CUCN), está siendo una de las grandes beneficiadas de los últimos avances en materia hídrica llevados a cabo en la provincia de Almería. La instalación de una potabilizadora, y las inversiones en infraestructuras, han reducido notablemente la presión sobre los recursos hídricos, aunque la situación “sigue siendo crítica” para el campo de Níjar.

“La Junta de Andalucía y el Gobierno Central están haciendo un buen trabajo”, ha destacado Antonio López, presidente de los regantes nijareños, quien a pesar de todo sigue reclamando al gobierno andaluz más ayudas para que el agua no siga siendo un problema en esta zona tan importante para la agricultura almeriense. “Necesitamos que la Junta nos ayude un poco más. Sí abastecimiento pudiera coger más agua de la que tiene destinada, se liberaría más agua de Carboneras para nosotros”, apunta.

Para ello, solicita que la Junta de Andalucía autorice un mayor uso del agua adjudicada desde el trasvase Tajo-Segura para la red de abastecimiento del Levante Almeriense. Según él, esta medida permitiría a los comuneros disponer de más agua desalada, lo que les ayudaría a concluir con éxito la campaña agrícola que está a punto de finalizar, y además, les permitiría garantizar reservas de agua para los meses de otoño.

El problema, según Antonio López, radica en el reparto y la gestión política del agua. Aunque ésta se encuentra adjudicada para abastecimiento desde el Tajo-Segura, es la Junta de Andalucía quien debe autorizar su captación efectiva. “Falta que se tomen decisiones políticas que permitan al abastecimiento coger la mayor cantidad posible del agua ya asignada”, recalca.

En cuanto a las inversiones, están siendo muy satisfactorias. La construcción de la nueva potabilizadora supondrá que en poco tiempo haya entre 20.000 y 25.000 metros cúbicos menos de agua para abastecimiento, y que por tanto, se destine mayor cantidad de agua de la desaladora para el regadío. Además, la balsa 8, de un hectómetro cúbico ya está en funcionamiento y ha sido clave para evitar el colapso de la campaña agrícola de primavera. “Esta balsa ya ha hecho su primer milagro. Si no la hubiéramos tenido, la cosecha habría sido un auténtico desastre”, comenta López.

En cuanto a las negociaciones con la desaladora Mar de Alborán, los avances están siendo positivos. Los regantes de Níjar podrían en las próximas semanas ver aumentado el suministro. “Si en septiembre necesitaramos más agua tendremos suficiente con la que vamos a poder almacenar”.

Aún así, la campaña se enfrenta en este momento a un cierre “agridulce”, marcado por algunos recortes que se espera no hagan mucho daño económico a la producción agraria. “Durante todo año hemos estado bien, pero ahora estamos en un momento difícil, un momento que se termina en un par de semanas y que además nos va a garantizar el otoño”.