3,50 euros por olvidarte del mundo exterior en el rincón de 'Guti': "Debería haber más sitios como este"

Juegos tradicionales

Inaugurada tras la pandemia, Neko GGames es una 'rara avis' muy valorada entre los fans de los juegos de mesa de la capital

Adéntrate en el gran juego de mesa que es Neko GGames

Un transeúnte sueña con jugar mientras mira desde el otro lado del cristal.
Un transeúnte sueña con jugar mientras mira desde el otro lado del cristal. / Javier Alonso
Carlos Javier Lillo

05 de febrero 2024 - 05:00

Hay quien, empezando por este periodista, se siente escrutado en un principio pero luego va ganando confianza. El gran ventanal que hay en el local es uno de sus sellos. Personas de todas las edades, no puede haber preferencias en algo tan sencillo como el ocio, se paran frente al establecimiento a contemplar qué se juega en su interior.

Lo abrió ‘Guti’, un nombre que este periodista debe comprobar en más de una ocasión, al paso de la pandemia, justo cuando lo digital había ganado un obligado protagonismo al calor de las restricciones. El suyo es un santuario de los juegos de mesa, un local en el que jugar y conocer gente nueva.

'Guti' posa con uno de los juegos que ofrece.
'Guti' posa con uno de los juegos que ofrece. / Javier Alonso

No había un sitio como este en Almería”, destaca su propietario. Buscó un local, lo encontró y lo abrió. Dice que la pandemia, cuando todo el mundo estaba encerrado, fue un revulsivo para los juegos de mesa, que aumentaron su tirón. “Subió la fama tanto del digital como de lo tradicional, la gente se lo compraba a través de las plataformas”, cuenta.

De una forma intrépida, este reportero interrumpe una de las partidas. Están sentados en la mesa una pareja de nuevos clientes, Cristóbal y Marta, que se acaban de mudar a la capital después de que él haya conseguido una plaza de funcionario. “Busqué diferentes locales porque ya había estado en algunos similares que hay en Málaga o Madrid, donde he vivido”, cuenta.

Marta quiere convertirse en una clienta VIP.
Marta quiere convertirse en una clienta VIP. / Javier Alonso

Explica Cristóbal que, tras mucho tiempo encerrado en casa estudiando de sol a sol para las oposiciones, ha llegado la hora de compatibilizar su trabajo con la imprescindible vida social. Ha ido en pocas ocasiones pero promete hacerlo en más oportunidades. Quiere ser un ‘cliente VIP’.

Ya lo es Jesús, uno de los tres jugadores que se muestran a todo el que lo quiera ver en la cristalera. Antes tenían un lugar donde reunirse con los amigos para jugar pero lo cerraron y se habían quedado huérfanos. Su tablero es uno de los más grandes de todo el establecimiento. Cuenta ‘Guti’ que hay quien quiere un juego concreto y muy específico pero otros que se dejan sorprender. En los palés que hay a la entrada se reencuentra este cronista con algunos títulos reconocidos que le dieron grandes momentos de entretenimiento.

Algunos juegos de los que disfrutó este periodista, en un palé.
Algunos juegos de los que disfrutó este periodista, en un palé. / Javier Alonso

Un niño corretea por la estancia. Su madre, María Remedios, lo ha dejado allí mientras acompañaba sus otros hijos a las diferentes actividades extraescolares. Acompañado por uno de los amigos del propietario ha jugado durante un largo rato. Cuenta su madre que siempre necesita estar haciendo algo. “Es que a él le encantan los juegos de mesa”, asegura. Interactúa así con personas por encima de su edad, algo clave en su desarrollo. Es una persona hiperactiva y eso lo aprovecha su familia para que descubra nuevas inquietudes. Volverá a ir.

Seguramente esté por allí Cristóbal, dispuesto a hacer nuevos amigos en una ciudad a la que se va familiarizando. Tiene en este local un aliado. ‘Guti’ organiza a través de los grupos de WhatsApp quedadas con gente que no se conoce entre sí para jugar una tarde. “Y se han hecho grupos de amigos”, recalca. Se trata de una nueva forma de vencer la timidez, que tantas veces se interpone como una barrera para las personas.

“No me como a nadie”, promete ‘Guti’. Cierto. Para quien quiera echar una tarde de diversión la oferta está clara. “Son 3,50 euros más una bebida y se puede jugar a todos los juegos que uno quiera”, defiende. Su rango de edad más común va desde los seis años hasta los cuarenta o cincuenta aunque hay ocasiones especiales. Este sábado hubo una. “Tuvimos un cumpleaños con once personas, reservaron y echaron la tarde”, cuenta. La idea es, más adelante, poder ofrecer packs especiales en caso de que alguien celebre su onomástica y que incluya la pertinente tarta. Es una idea, un boceto, para seguir creciendo en 2024, en un local con un trasfondo positivo, al compartir talleres con personas con síndrome de Down. Donde había un banco, hay diversión.

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