La flota de Garrucha se ha reducido a más de la mitad en los últimos cinco años

Garrucha es otro de los puntos fuertes del sector pesquero almeriense, aunque desde su cofradía de pescadores se considera que el nuevo decreto de la Junta apenas tendrá incidencia en la flota de embarcaciones que amarran en el puerto garruchero. La razón es que la inmensa mayoría de ellas actúan en la aguas exteriores, en las que no tiene competencia la administración regional.

La flota pesquera de Garrucha que se dedica a la captura de mariscos está formada por nueve barcos de gran tamaño, en los que trabajan una media de cuatro o cinco pescadores, generalmente pertenecientes a una misma familia o allegados a la misma. Supone el 70% de la flota pesquera de la zona y viven de ella una docena de familias y entre 60 y 70 personas.

La cifra de nueve barcos supone un descenso muy importante de la flota respecto al número de embarcaciones que había hace cuatro o cinco años, tal y como se afirma con pesar desde la Cofradía de Pescadores de Garrucha. Entonces llegaron a ser 25 los barcos que salían a faenar a las aguas exteriores con el objetivo de capturar los mariscos que llenan las mesas de restaurantes de todo el mundo.

La explicación que se ofrece desde la Cofradía de Pescadores de Garrucha es que el Gobierno Central empezó a dar dinero por cada embarcación que se destruía, y como había limitaciones en las capturas determinadas por la Unión Europea; pues los propietarios de los barcos optaron por dejar atrás su actividad pesquera. Algunos de ellos eran ya pescadores veteranos que vieron la mejor ocasión de jubilarse y otros decidieron invertir el dinero que les dió el Gobierno Central para poner en marcha otro tipo de actividades económicas.

Actualmente, la flota marisquera de Garrucha está estabilizada en cuanto a su número de embarcaciones, ya que, tal y como afirman desde la Cofradía de Pescadores, el Gobierno Central no subvenciona la destrucción de los barcos. "Si todavía hubiera esas subvenciones, seguramente más de uno de los patrones optaría por dejar la pesca; pero con lo que cuestan esas embarcaciones no les queda más remedio que seguir saliendo a faenar, aunque no haya beneficio en ello", dice un portavoz de la Cofradía de Pescadores de Garrucha.