El 'incubador' de pimiento
El Grupo Fayfer es distribuidor de semillas en la provincia
Cultiva cada año más de un centenar de nuevas variedades, de las cuales solo un 1% termina adaptándose al campo
Una vida dedicada al ámbito de la semilla, de la que fue un pionero en la provincia. No se incurre en error alguno si se dice de Salvador Aguilera que es una leyenda viva de la agricultura almeriense. El ahora gerente del Grupo Fayfer, empresa familiar fundada allá por el año 2000 y dedicada a la distribución de la firma holandesa Westland Seeds, creador de pimiento especializado a nivel mundial y de Titan Seeds en el caso del tomate, fue el priner comercial que introdujo el pepino holandés en Almería cuando trabajaba para Syngenta. Corría el año 1980 y ese es solo uno de los hechos de la carrera profesional de este profesional que a día de hoy sigue trabajando por traer los mejores cultivos a los agricultores locales.
Más de 35 años de trayectoria al servicio del campo en los que ha trabajado para casi una decena de multinacionales de semillas, quienes depositaron su confianza en él para desarrollar su producto y adaptarlo a las particularidades de la producción bajo plástico. Hoy continúa haciendo lo propio para dos grandes firmas de los países bajos como distribuidor. Viaja una o dos veces al año para abastecerse de las semillas con las que volverá a partir de cero, esas que con su trabajo y unos años después estarán comercializándose por todo el mundo.
Aguilera ha abierto las puertas de su finca en el paraje de El Guijarral, El Ejido, donde cuenta con algunas de las fincas en las que desarrolla los que serán los pimientos del futuro próximo. Un auténtico arcoiris bajo plástico en el que es imposible no quedarse prendado ante tal derroche de color y variedad. En total cuenta con cinco hectáreas para realizar estos ensayos, la mayor parte de ellos destinados al pimiento y una parte para el tomate.
La primera fase es hacer la selección del material, la cual realiza con los genetistas, y donde pone en liza sus conocimientos para hacer una primera criba entre las semillas que tienen más probabilidades de cuajar. Cada año se trae del orden de cien variedades distintas, de las cuales cultiva entre 10 y 15 plantas. El proceso es lento, pero seguro, y en todo el desarrollo hay un control exhaustivo donde todas las plantas se observan con lupa y están etiquetadas con todo su historial.
"Vigor, producción o aguante en rojo son algunos de los parámetros que hay que controlar", explica Aguilera sobre sus ensayos. De las variedades nuevas que aquí aterrizan tan solo un 1% suele constatar su viabilidad. Una cifra muy residual que demuestra lo complejo de este proceso, además de la intensidad de las investigaciones por parte de la genética para hibridar cultivos definitivos.
Una vez pasan este primer filtro, y ya en la segundo año, aquellos con posibilidades son plantados en otro invernadero para continuar con su evolución. No es hasta el cuarto año en las dependencias de este empresario cunado ya empiezan a salir las primeras partidas para ser comercializadas y comprobar la acogida que tienen en el mercado. En su caso, un 90% de los nuevos productos que viene desarrollando son comercializados por Unica Group.
"Una variedad tarda cinco años en salir definitivamente y después de un largo proceso de evolución y adaptación al invernadero, ya que hay que adaptar la planta al ciclo de producción donde se cultiva", explica este especialista, quien además reconoce que hace unos años la capacidad de innovación era mucho mayor en este sentido, y eran muchos más los nuevos cultivos a los que los agricultores almerienses podían acceder. Sin embargo, "hoy día casi todo está dominado por la grandes superficies, ellos son los que deciden que se va a vender y que no, y hay que adaptarse. Antes era mucho más fácil".
En sus fincas, Aguilera cuenta con cinco agricultores trabajando de manera fija, además de sus hijos, responsables de la producción.
El gerente de Grupo Fayfer ha abierto las puertas de sus ensayos a Diario de Almería esta misma semana. Paseando a lo largo y ancho de sus entrañas se puede comprobar como nada se deja al azar. El control es denominador común en cada una de las fincas en las que se está midiendo y comprobando la adaptación de los futuros cultivos que engrosarán la ya de por sí amplia cosecha almeriense y que, en su caso, es una auténtica oda al pimiento.
Más del 90% de las variedades que aquí residen aún no han visto la luz, de hecho, la mayoría de ellas no lo harán nunca. Una vida efímera de la que Aguilera si disfruta. Aquí, los California, Lamuyo o italiano no son como los imaginamos. De distintas formas y colores, y combinándose entre sí para dar unos productos que casi superan la ficción.
Un guiño al sector ornamental con pequeñas plantas en maceteros
Entre el amplio abanico, de puede decir que enorme, con el que trabaja Grupo Fayfer SL hay un pequeño apartado dentro de sus ensayos en los que está desarrollando una planta de pimiento, de especial belleza por sus flores moradas, que está destinada al sector ornamental. "Forma parte de la evolución. El objetivo de esta planta es la decoración, además de que esté produciendo frutos durante algunas semanas", explica el gerente de la firma, Salvador Aguilera, sobre una maceta que está especialmente proyectada para estar en las cocinas de los hogares y que sirva como una despensa en fresco de pequeños pimientos.
También te puede interesar