Hostelería
  • El restaurante, que además es tienda ha apostado por una gran inversión para reducir el tiempo y los costes de producción

'La Bellota y el Buey', el local con el equipamiento más vanguardista de Almería

Luminita Ionela explicando el funcionamiento del nuevo equipo Luminita Ionela explicando el funcionamiento del nuevo equipo

Luminita Ionela explicando el funcionamiento del nuevo equipo / Javier Alonso

Escrito por

Karolina Lewandowska

'La bellota y el buey’ es un restaurante que lleva funcionando desde septiembre y esta Navidad ha roto todos los esquemas. Todo ello ha sido gracias a la última inversión en la que han apostado por la vanguardia, el ahorro y la eficiencia.

La inversión ha consistido en incorporar nuevos instrumentos de cocina de la marca alemana Rational los cuales han permitido rebajar los costes de producción en un 70% en tan solo dos semanas. La ampliación del equipamiento de cocina consiste en la introducción de una máquina que es capaz de desempeñar la función de cocción, freidora y olla exprés. Formada por dos compartimentos de 25 litros cada uno, es capaz de llevar el agua a ebullición en tan solo 20 segundos, frente a las dos horas que lo hace una olla de 30 litros sobre fogones. Por ejemplo, unas lentejas tardan en hacerse de forma tradicional una media de dos horas y media, mientras que con este instrumento se pueden preparar en solo 30 minutos. Esta máquina también dispone de un ordenador en el que se pueden crear usuarios y almacenar y modificar recetas de cocina. Además, se ha ampliado la cocina con un horno de doble fondo en el que se puede asar carne y hacer pascado a la vez gracias a su funcionamiento innovador mediante vapor que impide la mezcla de sabores, también de la misma marca.

Por otro lado, se ha apostado también por instrumentos de lavado de la marca alemana Witerhalter que permiten agilizar el proceso de manera eficiente. En este caso se han incorporado dos lavavajillas diferentes. En primer lugar, uno para el lavado de cubertería y cristales. Generalmente, tras el lavado de estos utensilios, el camarero debe dedicar un buen rato en abrillantar tanto cubiertos como copas y vasos de cristal, un proceso que sumado al tiempo de lavado puede llegar a prolongarse durante 40 minutos. Esta máquina agiliza el proceso de tal manera que queda completado en 10 minutos. Esto se debe a que el lavavajillas realiza un proceso de desmineralización del agua, lo que elimina la cal y por lo tanto, las manchas que suele dejar. De esta forma, se lleva a cabo un gran ahorro de agua, energía, químicos y tiempo. Su homólogo, el lavaplatos de cúpula, recientemente incorporado también comparte las mismas características, salvo que su lavado se realiza a gran presión, lo que ayuda a reducir la cantidad de desengrasante por cada uso que se haga.

"Lo que antes tardaba en hacer dos horas, ahora solo lo hago en media" Luminita Ionela

Esta apuesta, la única de estas características en Almería ha venido motivada por la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas. Se necesita producir más sin aumentar los costes. Si antes un tercio de las ganancias iba destinado al pago de las energías, ahora se gasta lo mismo en personal que en pagar las facturas de la luz y el gas.

También se señala la importancia de la repercusión que ha tenido la incorporación de esta nueva maquinaria en el personal. Este equipo ha reducido en un 50% el tiempo de preparación de la comida, lo que se traduce en que ahora se produce en un turno lo que antes se producía en tres. Sin embargo, esto no resta importancia al personal, el cual es indispensable para el buen funcionamiento de un restaurante, sino que mejora su bienestar laboral, pues gracias a la innovación y al ahorro del tiempo pueden hacerse cargo de las demás tareas con mucha menos presión. También esta inversión ha servido para reducir la contaminación acústica que genera un local de restauración, lo que ha permitido mantener contentos a la comunidad de vecinos que viven encima del local.

Otro punto a favor que ha supuesto invertir en la vanguardia, es que ha servido de salvaguarda para hacer frente a la constante subida de precios y ha permitido mantener el precio del producto en la carta del restaurante.

Tienda en el local de 'La bellota y el buey' Tienda en el local de 'La bellota y el buey'

Tienda en el local de 'La bellota y el buey' / Javier Alonso

Además, invertir a gran escala resulta rentable si se debe cubrir una producción motivada por una gran demanda como es el caso de ‘La bellota y el Buey’ que no solo es un restaurante sino que también ofrece tienda de autoservicio y charcutería a la que se puede acceder durante las horas en las que el local entero permanezca abierto. Esta parte del local además de ofrecer comida para llevar- la cual se hace en la misma cocina que la del restaurante- también presume de una colección de 416 botellas de vino diferentes, además de carnes y productos de charcutería de gran calidad del entorno nacional. En este espacio también hay lugar para el preciado producto local como vinos, cervezas y jamones de la provincia. Sin embargo, también se puede encontrar un amplio abanico de productos importados de otros países como champanes y vinos franceses u otro tipo de licores.

´La bellota y el buey’, dentro de unos meses pretende iniciar las obras de ampliación del local, para crear un salón que albergue más de 100 comensales. El objetivo es mantener la calidad que obtienen gracias al nuevo equipamiento de cocina, mantener bajos los costes para no influir negativamente en el bolsillo de los clientes y hacer frente a la creciente demanda de su producto.

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