"Nuestro modelo agrícola tiene como base económica y de desarrollo las explotaciones de tipo familiar. En la mayoría de los foros internacionales y nacionales en los que he estado no se tiene dicha percepción y creo que es fundamental no sólo cambiarla, sino ponerla en valor". Esta es una de las conclusiones que ha extraído el investigador del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Almería Emilio Galdeano, tras su participación, hace sólo unos días, en una reunión del Comité Nacional de Agricultura Familiar, en Madrid, que se encuentra desarrollando una batería de acciones para poner en valor un sistema productivo basado en la explotación familiar con motivo de la conmemoración en 2014 del Año Internacional de la Agricultura Familiar, declarado así por la ONU.

Precisamente el modelo agrario almeriense cumple con creces las directrices de un sistema agrícola familiar, tal como recuerda Galdeano, que es miembro de la directiva de la Asociación Española de Economía Agraria y, además, participa en el diseño de las actividades para conmemorar este tipo de agricultura.

A juicio del investigador de la UAL, el modelo agrícola almeriense contribuye a poner en valor este sistema gracias a su sostenibilidad, tanto social como económica y ambiental, a través de "un reparto equitativo de rentas", su papel agroecológico, a diferencia de las grandes empresas productoras y comercializadoras a nivel mundial que suelen tener impactos mucho más negativos medioambientalmente, el valor social", por su generación de riqueza y empleo, directa e indirectamente, así como por su "seguridad alimentaria", pues calcula que da de comer a más de 50 millones de personas sumando todos los mercados a los que se dirige.

"Pensemos, por ejemplo, qué costaría a España la importación de alimentos de otros países y sus efectos en la menor generación de rentas locales, además de estar sujetos a las variaciones de mercado y crisis internacionales", apunta.

Además, Emilio Galdeano señala la oportunidad que supone para Almería la puesta en valor de su modelo agrícola familiar con las pautas que marca la nueva Política Agraria Común (PAC), pues recuerda que "se desconoce enormemente en los foros políticos el modelo de Almería" y "se percibe más desde el punto de vista negativo) existiendo, a su vez, una desidia por estos temas en el panorama político español de forma tradicional", aunque apuesta por pensar a largo plazo, por lo que recuerda que "es importante para nuestra agricultura participar en el diseño de estrategias en este sentido" desde el Comité de Agricultura Familiar-2014 de España", lo que dará un valor añadido a las frutas y las hortalizas, como han sabido hacer La Rioja o la Ribera del Duero, por ejemplo, "a la hora de vender una marca ligada a un territorio".