El 'naufragio' de la CAM llega a Almería, que cerrará 20 oficinas

La intervención de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) por parte del Banco de España a finales de julio pasado pasará factura también en Almería. El proceso de reestructuración que la caja de ahorros alicantina había iniciado hace tiempo, al igual que el resto del sector financiero en España, para optimizar y racionalizar el número de oficinas y de personal excesivo que habían puesto en marcha con la 'fiebre' del ladrillo, se ha demostrado insuficiente y ha terminado con la nacionalización de la caja.

Las consecuencias de este proceso se notarán en Almería en cuanto al número de sucursales y, por lo tanto, en la merma de los servicios prestados a los clientes que la caja de ahorros de la comunidad valenciana posee en la provincia.

La CAM, que llegó a contar con 24 oficinas repartidas por el territorio almeriense, al calor del auge de la construcción y la promoción inmobiliaria, un fenómeno que protagonizó un crecimiento desorbitado y desequilibrado en la provincia, verá recortada su presencia hasta quedarse con tan solo cuatro, ubicadas en la capital almeriense, El Ejido, Roquetas de Mar y Vera.

Esta situación provocará que entre 60 y 80 personas se queden sin trabajo, pues la media de empleados por cada oficina está entre tres y cuatro.

La incertidumbre por el futuro de la caja no pasa desapercibida entre su plantilla, a escala nacional, sabedora de que la intervención del Banco de España, aunque garantice el futuro de la compañía, esta no volverá a ser lo que era, al menos, a corto y medio plazo.

A los recortes obligados de empleados por el cierre de oficinas se une el calendario de pagos que la entidad financiera alicantina tendrá que afrontar en los próximos años, después de que el Banco de España le facilitase alrededor de 3.000 millones de euros de liquidez, a los que se suman otros 2.800 millones inyectados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Banco de España.

De momento, según los propios interventores de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, los clientes no han dado la espalda a la entidad, un hecho habitual en estos casos, produciéndose la huída masiva de depósitos y agravando la situación de la entidad financiera.