"Mi padre no ha podido ver el barco roto, se hartó de llorar"

Varias generaciones de la familia Galindo han trabajado en la mar · La falta de rentabilidad les ha obligado a claudicar

Luis Miguel Galindo se enfrenta a un nuevo porvernir alejado del sector pesquero.
Luis Miguel Galindo se enfrenta a un nuevo porvernir alejado del sector pesquero.
V. Hernández / Almería

30 de octubre 2010 - 01:00

En cuestión de pocos días Luis Miguel Galindo ha pasado de madrugar para salir a trabajar en la mar a hacerlo para arreglar el papeleo inherente al desguace de su barco, el Nuevo Lufrán. La nave tenía sólo diez años, pero ha quedado 'obsoleta' ante la pérdida de rentabilidad. Como otros 13 propietarios de embarcaciones en la provincia, su padre ha optado por acogerse a las ayudas del Fondo Europeo de la Pesca (FEP).

-¿Cómo era su día a día hasta hace unas semanas?

-Yo tenía mi barco atracado en Almería. Me levantaba a las dos de la madrugada para venir cada día a pescar y después vendía en Garrucha. En verano iba a la Isla de Alborán y estábamos cinco días pescando durante las 24 horas.

-¿Cuántos años lleva en el sector?

-Llevo toda la vida trabajando en esto. En mi familia casi todos hemos trabajado en la mar, mi padre, mi tío, yo... A lo largo de años mi padre ha tenido un montón de barcos y yo heredé el Nuevo Lufrán de él. Sólo tenía diez años, era de fibra y estaba nuevo. Mi padre no ha podido ver cómo lo rompían. Aquel día se hartó de llorar.

-Entonces, ¿qué le ha llevado a tomar la decisión de cesar una actividad en la que lleva toda la vida?

-Ni hay gamba ni acompañan los precios. Desde que empezó a subir el gasoil, hace seis o siete años, no se gana ni para pagar los costes. Dependemos mucho del precio del carburante porque gastamos 1.500 litros sólo en un día normal, y a más de 80 pesetas... pues no se rentabiliza.

-¿A cuánto precio tendría que estar el gasoil para que su actividad fuera rentable?

-Pues como mucho a 50 céntimos. Si nos dieran más subvenciones para este tema (que ya nos dan, pero no son suficientes), no hubiéramos desguazado el barco. Seguro. Da pena pero la cosa está así. Y no nos podemos quejar, porque al menos nos han ayudado. Ahora mismo hay barcos atracados que no salen a faenar porque no ganan lo suficiente. Gastan 1.000 euros diarios de gasoil y luego quizá venden 600 o 700 euros. También hay quien sale y no gana nada o gana sólo 15 euros...

-¿Cuánto llegó a ganar usted en épocas 'buenas'?

-Hasta 2,5 millones de pesetas en un mes como patrón. Como pescador se gana bastante menos...

-Dice que ya no hay gamba. ¿Qué ha pasado con la gamba roja? ¿No han ayudado los paros biológicos a su recuperación?

-No. Casi no se encuentra, y no han ayudado ni los dos meses de paro biológico del año pasado (que se han repetido durante los últimos ocho años), ni los paros de la flota de éste. Ya casi no hay pescado en el mar. Se ha perdido el camarón, la langosta, el salmón de mar... y las cigalas ya no se encuentran aunque te pegues a las rocas.

-¿Cree que ha habido sobreexplotación de los recursos?

-Pues sí ha habido sobreexplotación, y también han tenido culpa los motores grandes. Hace lo menos tres años que se ha perdido la pesca. Ahora lo máximo que se consigue capturar son 10 kilos y antes llegabas a 15 o 20 fácilmente.

-¿En qué grado les ha afectado la crisis?

-Mucho. La gente ya no se puede permitir gastar 80 o 90 euros por un kilo de gamba roja. No compran y han bajado los precios. Este mismo lunes la gamba gorda estaba a 56 euros/kg en lonja. Y la pequeña a 14 o 15. Ya me dirás si para nosotros es rentable salir a pescar.

-¿Ha afectado todo esto a la forma y las técnicas de pesca?

-Sí. Se ha cabiado la filosofía de trabajo. Antes aunque hubiera mal tiempo salías a faenar porque ganabas más y merecía la pena, pero ahora no. Ya nadie quiere trabajar cuando hace mal tiempo. Total, pasar un mal rato para después no ganar nada...

-¿Conoce a más patrones que hayan dejado la actividad?

-Sólo en los últimos años se han desguazado unos diez barcos en Garrucha. Y que yo sepa este año, además del mío, también se han acogido a la ayuda otros dos, el Amanecer de Mayo y el Nuevo Rosamar.

-¿A qué te dedicarás ahora?

-Quiero montar una tienda de alquiler de bicicletas porque en Garrucha aún no hay ninguna y es lo único que conozco además del mar. Cada uno tira de lo que sabe. Uno de los marineros se ha sacado el carnet de camión... Se puede volver a otro barco pero, ¿de qué te sirve si como patrón no te ha ido bien?

-¿Cuánto crees que resistirá el sector en estas condiciones?

-Antes aguantábamos pero cada año es peor. No sé qué pasará dentro de diez años. Yo creo que todos los barcos irán a desguace. Ahora mismo quedan la mitad de los que había antes.

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