El precio del petróleo también afecta a la cosecha de la provincia
La mala campaña de este año en la comarca de Los Vélez empeora la situación y consigue una reducción importante en la rentabilidad de las cosechadoras para los propietarios y trabajadores
"Si no me gustara ya lo habría dejado". José María tiene 47 años y se ha dedicado a las cosechadores desde que tenía dieciséis. Ahora la situación del sector es diferente y en muchos aspectos ha ido a peor. La subida de los carburantes, los repuestos y la mano de obra, hace que cada vez sea más difícil para los trabajadores amortizar el coste inicial que les supone la adquisición de la cosechadora.
La subida de los carburantes es uno de los principales problemas para estas máquinas segadoras, que consumen entre dieciocho y treinta litros por hora. "El año pasado costaba unos sesenta céntimos el litro, hoy cuesta 1'03 euros", declara el maquinista. A esta espectacular subida se le suma la problemática existente con el servicio de mecánicos, "cada vez hay menos mecánicos que entiendan de cosechadoras y su servicio es más caro". La circulación por carretera de estos vehículos también encuentra una buena lista de restricciones, sobre todo en las autovías. Estos impedimentos se deben, principalmente, a la limitada velocidad que poseen, unos treinta kilómetros por hora como máximo. Otra opción de transporte es llevarlas en un camión góndola, pero "hay pocos de este tipo y han subido mucho, es más rentable llevar la máquina por la carretera aunque tardes mucho más".
Este cúmulo de problemas ha provocado que pagar el crédito de la cosechadora sea difícil. "Antes la pagabas en dos campañas de cosecha, hoy hacen falta por lo menos ocho y que tengas suerte", calcula José María, que añade, "cuando terminas de pagarla tienes que comprar otra porque más de ocho campañas son muchas para la máquina". Además el dueño, generalmente tiene que contratar a otro trabajador para que lo acompañe y turnarse en la cosecha. "Uno solo no puede aguantar porque a veces tienes que estar segando sin parar en todo el día", declara José María, que es propietario de la cosechadora.
Además, este año la cosecha de la comarca almeriense de Los Vélez no ha sido buena. En las parcelas cosechadas se está recogiendo una media de 500 a 1000 kilos de cereal por hectárea, cuando lo normal es que esté entre 2000 y 2500 kilos. En algunas apenas se recoge lo suficiente para "que valga la pena echarle las horas de trabajo". Y es que si se recoge menos de 500 kilos de cereal por hectárea "la máquina gasta más de lo que ganas". Sin embargo, en el resto de España "este año ha ido bien la cosa, en Palencia se esta recogiendo hasta 7000 kilos por hectárea", afirma José María, el cual ya ha visitado la zona de Castilla La Mancha con su cosechadora y, mientras su hermano continúa la campaña por el norte de España, él ha vuelto para la siega de sus propias tierras y la de sus vecinos en el municipio de Cañadas de Cañepla.
Normalmente, la campaña empieza para el día 25 de mayo desde Cádiz o Badajoz y acaba para el día quince de agosto en la zona norte del país, con las cosechas de Burgos y Santander, tras recorrer las comunidades de Castilla-La Mancha y Castilla y León.
En la comarca de Los Vélez han existido tradicionalmente gran cantidad de máquinas cosechadoras. Especialmente en los municipios de María y Cañadas de Cañepla en los que se llegaron a contabilizar más de cien máquinas de este tipo. En 1986 crearon una Asociación de Máquinas Cosechadoras (Amaco), que aún sigue funcionando con 62 socios.
"En cuestión de dos años aproximadamente se han reducido a la mitad las máquinas del municipio", estima José María. "Ahora se compran menos máquinas porque no son tan rentables, cobras lo mismo que hace siete u ocho años y la subida no ha ido relacionada con la del nivel de vida".
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