Los primeros 500 kg de judías enarenadas datan de 1955

El granadino Juan Sánchez Romera fue el primer agricultor que utilizó este sistema en La Romanilla, en Roquetas de Mar, hace ya más de medio siglo

Juan Sánchez Romera está a punto de cumplir 84 años.
Juan Sánchez Romera está a punto de cumplir 84 años.
I. M. G. / Almería

18 de octubre 2008 - 01:00

"A mediados de febrero de 1955 el huerto que fue de Juan Jerez estaba ya verdegueando, con todas sus judías muy bien nacidas, los pimientos y las tomateras, todas las hortalizas crecían, las primeras hortalizas que crecían alegremente en aquel huerto enarenado, por primera vez en las proximidades de Roquetas".

Juan Sánchez Romera comienza así su relato acerca de cómo utilizó la técnica del enarenado para cultivar las primeras judías, pimientos y tomates de la historia de Almería, a mediados de los años cincuenta.

"Como ya he dicho, la compra de la huerta nos había dejado casi sin dinero, nos quedaron únicamente 1.600 pesetas. Con aquel dinero pasamos un cierto tiempo y cuando se terminó, mi esposa fue a la tienda donde compraba a hablar con el dueño para ver si podía vendernos alimentos fiados hasta que vendiéramos nuestra primera cosecha. El dueño de la tienda se negó. A las familias de los pobres pescadores que pescaban en los mares lejanos, las tiendas de Roquetas sí les fiaban los alimentos hasta que los pescadores regresaban de las largas campañas en el mar y pagaban lo adquirido por sus familias. Nosotros como éramos recién llegados al pueblo y nadie confiaba en que nos fuera bien, tuvimos que llevar el dinero siempre por delante para comprar en las tiendas de Roquetas. Esta situación me obligó a desplazarme al pueblo que me vio nacer para pedirle un poco de dinero prestado a nuestros padres, para pagárselo cuando vendiéramos las primeras hortalizas", continúa Sánchez Romera con su relato.

Así refleja en su libro autobiográfico 'El descubrimiento de una pequeña América: Roquetas de Mar', el pionero de la agricultura intensiva en Roquetas de Mar, Juan Sánchez Romera, a punto de cumplir en el próximo noviembre los 84 años de edad, el duro trance que supuso convencer a todos que se podía cultivar con el proceso del enarenado utilizando las salinizadas arenas de La Romanilla y tener éxito obteniendo varias cosechas con diversos productos hortícolas.

Entonces nadie le creyó, llegó de Granada y en vez de pasar de largo como los demás, convencidos de la imposible fertilidad de las tierras roqueteras, soñó lo imposible y el sueño se hizo realidad, como en las grandes epopeyas. En su breve e intensa obra, intercalada la narración de los hechos con varias poesías, recuerda emocionado y cinematográficamente cómo estaba en la playa de La Romanilla mientras trabajaba duramente en Navidades, tomaba un puñado de arena y pedía al cielo que su teoría fuera cierta y pudiese así dar de comer a su mujer y los cuatro hijos.

Sin duda, Juan Sánchez Romera es el principal 'culpable' del progreso económico roquetero, porque fue el primero en apostar y emprender en contra de todo y de todos, aunque hoy en día es muy crítico con la forma en que ha llegado posteriormente el desarrollo.

La riqueza de la nueva Roquetas, la que dejó de ser una maravillosa aldea de pescadores para convertirse en la vorágine de la gran ciudad que va siendo hoy en día, comenzó con la primera venta de Juan Sánchez tras la cosecha.

El 24 de abril de 1955 se realizó la primera recolección del viejo huerto después enarenado que le habían vendido por la creencia de la imposibilidad del cultivo, obteniéndose "504 kilos de inolvidables judías", describe el agricultor, añadiendo "como no tenía vehículo para transportarlas a la Alhóndiga de Almería, me las transportó un amigo de Las Hortichuelas hasta la era.

Se trataba de un amigo y, por esta amistad, logré vender mis judías al señor Cañabate. Cuando el comprador vio las judías, tampoco podía creer que fuesen de Roquetas de Mar. Me dijo que él conocía perfectamente a Roquetas y que nunca había oído hablar de hortalizas en tierras enarenadas. En la segunda cogida de aquel huerto, fueron 1090 Kg y en la tercera y última prácticamente fueron 930 Kg de judías".

Es la historia del comienzo de la revolución económica que daba paso al admirado internacionalmente como 'milagro Almería'. El sistema del enarenado, basado en la inclusión de arena en el terreno, comenzó en Granada a mediados del siglo XIX pero al llegar a Almería los colonos descartaban el cultivo en Roquetas por la salinidad de los terrenos y se quedaban en el campo de Dalías, en Almería o en el campo de Níjar. Tuvo que llegar Juan Sánchez para, contra todo pronóstico, demostrar que su huerta de La Romanilla iba a ser decisiva para el futuro del pueblo.

¿Cómo se quedaría el tendero que no fiaba la compra a la mujer de Juan Sánchez cuando vio el vergel en que se había convertido? ¿Y los trabajadores de Unión Salinera que pasaban junto a su huerto llamándole loco viéndole meter arena del mar en la tierra ensalitrada y escurriendo agua del mar?

Sánchez Romera convirtió su sueño en realidad provocando la total transformación de la forma del vida de un pueblo. El huerto tenía una extensión de 1.110 metros cuadrados. El granadino fue un emprendedor y un visionario, adelantado a su tiempo.

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