El rey de los jamones y las 'delicatessen'

el personaje

A sus 34 años Antonio Lorente Lamarca acaba de abrir un nuevo negocio que se suma a su grupo.
A sus 34 años Antonio Lorente Lamarca acaba de abrir un nuevo negocio que se suma a su grupo.

07 de mayo 2011 - 01:00

Con esta frase Lorente se autodefine de manera tan clara que casi sobra decir cuáles son sus principales características: capaz de asumir riesgos, flexible, dinámico y, sobre todo, seguro de sí mismo.

Como la gastronomía le "viene de sangre", (sus padres han trabajado en el sector), la opción natural fue la de montar un negocio relacionado con el tema. Así, a los 23 años, abrió en Granada la que sería la primera de una larga lista de tiendas gourmet.

Solo un año después inauguró el segundo establecimiento, al que siguieron, en 2002, un almacén de distribución en Sevilla y Jamonerías Lamarca en Almería, en 2003 las Bodegas Lamarca, también en Almería, y distribución en Jerez, Huelva y Córdoba, en 2004 el complejo Lamarca en Gregorio Marañón (Almería), en 2005 el Club Náutico de Aguadulce, adquirió Astilleros Playamar, abrió el Museo del Aceite en Almería, Astilleros Lamarca y la tienda gourmet de Puerta Purchena, en 2006 puso en marcha el Catering Lamarca, en 2010 abrió la primera franquicia en el Paseo de Almería y esta misma semana ha inaugurado la segunda franquicia en Puerta Purchena.

En todos estos años de ritmo frenético le ha dado tiempo a reestructurar el Grupo Lamarca (2007) y a planificar el futuro de esta red empresarial estableciendo franquicias especializadas en productos de alta calidad (2009).

Una de las claves de su éxito es saber escuchar, según confiesa él mismo. "Profesionalmente me gusta construir con cada opinión que recibo, por lo que simplemente me dedico a darle a mis clientes lo que quieren". Es una premisa tan simple como eficaz, como ha venido demostrando.

Otras de las bases de la aceptación de los clientes es su apuesta por una amplia selección de productos gastronómicos de primera calidad. El jamón ibérico de bellota o los salchichones, chorizos y morcillas de la misma gama son una delicia para el paladar, y conviven en la vitrina con quesos, patés y embutidos, tanto de origen provincial como del resto de España, o delicatessen de otros países. Todo ello se presenta de manera sobria en un marco moderno y funcional.

La presencia de sus establecimientos se ajusta a la calidad de los productos que vende. Todo un lujo asequible para los bolsillos, bien de manera habitual o para caprichos de los que se conceden de vez en cuando.

stats