La sandía del Levante llega tarde: la campaña se retrasa por el clima
Agricultura
El consuelo para los productores es que uno de sus competidores, Marruecos, también va con retraso en los cultivos por la falta de cuajado de los frutos
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La campaña de sandía en la provincia de Almería debía vivir en esta recta final de la primavera un aumento en la producción al aire libre que hay en el Levante, que suele llegar más tarde que la de los invernaderos del Poniente, pero el calendario ha vivido un revés y el cronograma va ya con retraso. El Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía explica que se debe "a las adversidades meteorológicas de la primavera", que ha estado marcada por las constantes lluvias del mes de marzo.
Ya entonces la organización agrícola Coag, en boca de su líder provincial, Andrés Góngora, advertía de las "serias dificultades” que el agua provocaría en el cultivo de esta fruta de verano, alternativa sana y refrescante para no perder el apetito en los meses más calurosos del año. Esas precipitaciones llegaban entonces en uno de los momentos más delicados para las variedades más tempranas, que se encontraban en la fase de polinización, impedida por el exceso de humedad que trajo la lluvia y que ha causado problemas para que el fruto pudiera madurar como es debido, lo que provocó que se pudieran recolectar menos kilos (de dos a cuatro por pieza, en vez de los seis que se obtuvieron en los plantados después) y la campaña se viera mermada.
La única alegría para los productores de sandía almerienses es que en Marruecos también van tarde con la cosecha. Nuevamente, la metereología, que ha impedido que los frutos cuajen como es debido y que ha provocado que los primeros volumenes mayúsculos de exportación no hayan llegado hasta finales del mes de mayo. Quién vende primero es fundamental en un mercado que cada vez tiene más competidores en liza.
¿Qué fases tiene el cultivo de sandía?
Desde que se planta la semilla hasta que se recolecta la sandía, el agricultor debe pasar por no pocas fases para que el cultivo llegue a buen puerto. La primera cosecha, la temprana, que tradicionalmente ha sido muy valorada en los mercados europeos, pero que, según alertan organizaciones como Coag, ha perdido terreno en los últimos años por la competencia desde otros países como Marruecos, se suele recoger en abril, y esta, como contaba Diario de Almería en ese momento, ha llegado sin problema a las comercializadoras, aunque el mercado centroeuropeo ha demandado más.
La siguiente fase está empezando ya a recolectarse. Llega para el verano, cuando más la piden los consumidores. Esa es la que está tardando en llegar a los mercados. Aunque hay más superficie, aún no ha aumentado la producción. La campaña, si nada cambia, acabará en los primeros días de julio.
El procedimiento que implica el cultivo de sandía parte de la germinación y se cierra en la maduración, pasando por el crecimiento, la floración y el cuajado del fruto. En torno a tres meses trascurren del primer al último día.
Crece el nivel de pulgón en la provincia
Según la Junta de Andalucía, la superficie de cultivo de sandía ha aumentado un 2% en esta campaña. Pese a los problemas, este alimento tiene cada vez más agricultores que lo quieren plantar, y una de las claves es que otros productos han sido especialmente atacados por las plagas, como tomate o pimiento, donde no pocos han optado por arrancar la cosecha y plantar la sandía.
Esto no quiere decir que la sandía haya escapado a la aparición de los tan molestos bichos. El ejecutivo regional alertaba en el mes de mayo de la presencia creciente de pulgón en la fase del engorde del fruto, la previa a la recolección. Ante ello, las autoridades piden reforzar el control biológico, pues es en los invernaderos que no lo han realizado donde más se ha presentado este problema.
¿Cuánto cuesta una sandía?
Hay diferencias notables en el precio de la sandía según la atalaya desde la que se mire esta situación. Al agricultor se le está pagando más que el año pasado, con un aumento de hasta quince céntimos el kilo según la variedad que se produzca. El precio ronda los sesenta y setenta céntimos por kilo de producto, siendo la que más alto se cotiza la negra sin semillas. Esta es la campaña de las últimas tres con mejores precios.
El consumidor la compra, de media, a 1,96 euros el kilo, un 196% más de lo que recibe el agricultor por el producto, aunque se puede encontrar aún más cara en los comercios almerienses. Son datos de Coag, que no incluyen lo que hay entre origen y destino, el coste de los intermediarios y los beneficios que estas empresas se llevan.
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