La sobreproducción deja un "mar de lágrimas" entre los productores

Después de tres años de escasez por las heladas, los agricultores se enfrentan ahora al exceso de producción, que ha hecho descender el precio hasta los 0,40 euros por kilogramo · Según Coag, Almería recogerá 3.900 toneladas este año

La maquinaria permite 'varear' el árbol sin esfuerzo.
La maquinaria permite 'varear' el árbol sin esfuerzo.
Virginia Hernández / Gérgal

26 de septiembre 2009 - 01:00

Corren buenos tiempos para la agricultura extensiva. La recogida de almendra está siendo este año muy diferente del anterior. Si en 2008 la tónica general era el descenso en la producción motivado por las heladas que sufrió la provincia, las cifras de 2009 se prevén mucho más gratificantes para la industria dedicada a este sector. Y es que las buenas temperaturas se han traducido en un incremento en el número de toneladas de almendra no sólo a nivel provincial, sino también en el resto de la comunidad autónoma.

Según las previsiones de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag), Almería recogerá 3.900 toneladas (Tm) de almendra en grano en la presente campaña. A nivel regional, la cifra total asciende a 11.850 Tm, lo que representa un aumento del 118% respecto a la temporada anterior, en la que sólo se contabilizaron 5.440 Tm.

En cuanto a las variedades, la más beneficiada por el clima ha sido la Marcona, el fruto más apreciado por el sector. Ésta ha incrementado su producción un 226% respecto a 2008, pasando de las 554Tm a las 1.778 Tm a nivel andaluz. Le siguen la Largueta, con 1.777 Tm (736 Tm en 2008) y la Comunas, con 8.295 Tm (4.160Tm el año anterior).

Todo este baile de cifras no es sino el resultado numérico del esfuerzo de los agricultores almerienses. Son ellos los que, con su estoicismo habitual, capean tanto el mal como el buen tiempo. Y es que, a pesar de lo que pudiera pensarse, la abundancia de cosecha no los beneficia en demasía. Ya se sabe, a más oferta, menor es el precio al que se les paga el producto o, lo que es lo mismo, el kilogramo de producto.

No obstante, hay que recoger la cosecha para tratar de amortizar los gastos. Éste es el caso de Juan Antonio, agricultor de de Gérgal y propietario de una extensión de 5 hectáreas de almendra. Para él, la situación del sector agrícola empeora año tras año, motivada por el descenso en los precios, el aumento incesante de los insumos o la competencia estadounidense que, según dice "puede hundirnos cuando quiera".

"Desde los '80 no se veían estos precios", se queja. "Por ahora estamos vendiendo el fruto a 0,40 euros y podría seguir bajando".

Ante este panorama, no tiene duda alguna. "Estamos prácticamente igual que hace tres años, aunque no haya heladas, vamos a ganar más o menos igual que cuando había menos producto. Las lágrimas son las mismas".

¿La solución? Guardar parte de la producción para tratar de venderla a un mejor precio el año que viene. "La almendra es un fruto seco. Se puede conservar de un año a otro sin que se dañe", explica.

Está visto, ya sea de modo tradicional (vara en mano), o con la moderna máquina vibradora, la almendra que cae al suelo vale más por aquellos que la recogen que por el precio que alcanza en el mercado.

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