El temporal, otro freno para la pesca en Almería: solo dos de cada diez barcos han podido salir a la mar

Sector pesquero

El sector espera que esta semana se normalice la situación aunque vienen más lluvias en unos días

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Barco de pesca de arrastre del Mediterráneo
Barco de pesca de arrastre del Mediterráneo. / M. G.

Llueve sobre mojado para el sector pesquero de Almería. Si la flota de arrastre había recuperado hace unos días la actividad tras un mes de obligada parada biológica. El pasado miércoles retomaban la mar los barcos tras parar durante todo el mes de febrero, con la idea de poder regenerar los caladeros y garantizar la sostenibilidad del sector.

Los pescadores que volvieron a la mar la semana pasada se encontraron con un ‘jarro de agua fría’, pues solo el 20% de la flota ha podido salir a faenar desde el reinicio de la actividad, a consecuencia del mal tiempo que ha azotado la provincia, con alerta por lluvia y costeros. Según ha confirmado a este rotativo el presidente de FAAPE, José María Gallart, la idea es que la actividad se normalice en cuanto remita el temporal. No hay por el momento un cálculo de cuánto se puede haber perdido en los últimos días por los días extras de parón. Según pescadores consultados por Diario de Almería, la climatología adversa implica pérdidas de hasta el 40% para los barcos, al ver lastrados su actividad por una mar enfurecida.

No es solo que los barcos se tengan que quedar amarrados, como muchos tuvieron que hacer la semana pasada, sino que, en caso de salir, las mallas no trabajan tan eficazmente como en un día calmo, lo que hace que buena parte de la captura se pierda.

Fuentes del sector aseguraban a este periódico que se esperan días complicados, después de un arranque de semana algo más tranquilo y con más embarcaciones en los caladeros.

El cerco para... pero por el Medio Ambiente

Quienes no han sufrido esta afectación han sido los barcos que pescan cercando al pez dentro del banco de su especie. La flota de cerco ha permanecido amarrada estos días, pero no por el mal tiempo, sino por la parada biológica de obligado cumplimiento. Es tradición que estos dos ámbitos se turnen a la hora del obligado descanso, en pro de la sostenibilidad, y que el cerco empiece su parón obligatorio en el mes de marzo.

La flota no quiere perder días en una mala mar

Aunque las ‘vacaciones’ del cerco y la mala mar para el arrastre hagan que las lonjas estén más vacías que de costumbre, hay un segundo factor que ha impedido a muchos barcos plantearse salir a faenar en estos días de temporal. Es la restricción anual marcada por Bruselas y que limita la actividad de este sector, criticado por el ‘daño’ que hace al fondo marino, a trabajar solo uno de cada tres días en 2025, aunque solo si se cumple una serie de normativas medioambientales, como el cambio de mallas o reparaciones en los barcos, impuestas por Europa. Muchos, al no querer apurar sus posibilidades, han preferido quedarse en tierra.

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