La vivienda en propiedad, un lujo con fecha de caducidad

La vivienda en propiedad, un hecho que hasta ahora marcaba una enorme diferencia entre el consumidor español frente al del resto de Europa se convertirá a pasos agigantados en un recuerdo del pasado que las clases medias se verán obligadas a asumir por las nubes de cambio que se divisan en el horizonte del nuevo modelo económico. Ya no será tan fácil acceder a créditos hipotecarios, sino que se alquilarán casas en propiedad de corporaciones que no dejarán de construir, porque aunque a día de hoy parezca irreal, las confederaciones empresariales ya alertan de que en 2013 serán necesarias nuevas construcciones para atender la demanda. En regiones como Cataluña, sindicatos y asociaciones vecinales agrupadas en organizaciones que fomentan pactos sociales, piden que se articulen medidas para garantizar el acceso a viviendas de alquiler a un precio asequible para adaptar la nueva situación futura a la necesidades sociales tras la crisis. De propiedad ya ni se habla.

Pese a que el entorno económico internacional dibuja un panorama catastrofista que intenta cosechar las últimas grandes ganancias de una crisis que no a todos hace perder dinero, la realidad se ha visto durante esta semana en los mercados continuos en las cotizaciones de las empresas inmobiliarias, las primeras que se hundieron con los primeros síntomas de crisis.

Las inmobiliarias y las constructoras se han disparado en todas las bolsas y en España esas subidas han sido lideradas por Reyal Urbis y FCC, que han subido el 25,2 % y el 17,8 %, el mismo día que se anunció que se recuperará la desgravación por compra de vivienda. Esta situación genera un cambio de estrategias, ya que la capitalización de estas empresas provoca que su stock no tenga por qué estar en liquidación, sino que se convierte en una oportunidad de cada al nuevo boom inmobiliario

Con un panorama tan cambiante como el que ya no sólo se prevé, sino que se anuncia como inminente, algunas empresas comienzan a enfriar su stock, principalmente porque no tiene a la vista suelos en los que construir o financiación para comenzar nuevas edificaciones.

Este no es el caso de excepciones muy contadas en Almería, como ocurre con Staig S.A., que cuenta con suelo y financiación con la que construir las nuevas fases de Jardines de La Vega, en el nuevo barrio de La Vega de Acá. Así, prepara ya un nuevo stock para atender esa demanda de 2013 que se anuncia desde las confederaciones empresariales, pero al mismo tiempo mantiene vivas sus ofertas preferenciales.