Los últimos días de Karl Lagerfeld

Lagerfeld: El ocaso de un dios de la moda

  • Su amiga, Inès de la Fressange, relata cómo fue la muerte del 'Káiser' en una entrevista en televisión.

El icónico diseñador, en una de sus últimas apariciones públicas.

El icónico diseñador, en una de sus últimas apariciones públicas. / Vanity Fair

La muerte de Karl Lagerfeld el pasado 19 de febrero dejó huérfano al mundo de la moda y la Alta Costura. El Káiser se marchó dejando tras de sí un importantísimo legado en las numerosas firmas que tocó con la varita de su gran talento: Chanel, Fendi, Chloé o su firma homónima. Todas ellas mostraron su incontable respeto hacia la figura de un auténtico genio que marcó historia dentro y fuera de la industria, que él mismo se proclamó "inmortal". En su afán por parecer un dios, el propio Lagerfeld ocultó su enfermedad a casi todos. Finalmente un cáncer de páncreas pudo más que el genio, como reveló su amiga íntima, Natasha Fraser-Cavassoni, en una carta publicada en el periódico Daily Mail.

Pese a la gravedad de su dolencia y lo deteriorado que ya se encontrada al final, el diseñador siempre negó que estuviera enfermo. Ni tan quiera una de sus más cercanas amigas, Inès de la Fressange, estaba al tanto de sus problemas. La modelo y ahora diseñadora ha hablado de los últimos días de Lagerfeld en el canal France 2, donde explicó que ella no estaba al tanto de lo que le sucedía.

Varios meses antes de su muerte, la salud de Karl Lagerfeld se fue deteriorando. Trabajó hasta el día anterior a su fallecimiento y sólo se perdió dos desfiles en enero al estar demasiado "cansado" para estar presente. Con su carácter, el modisto nunca aceptó a la enfermedad. "Estaba en total negación de su enfermedad", ha manifestado Inès de la Fressange en el programa, emitido el lunes sin ir más lejos.

Temeroso del cáncer, el Káiser nunca quiso decir nada con claridad. "Pude haberlo adivinado", afirma la ex musa de Chanel. "Una vez le envié un mensaje de texto pidiéndole que viniera el día de Año Nuevo y él me dijo: 'Tengo un poco de frío', que en el lenguaje de Lagerfeld significa estoy muy enfermo". Luchó unos meses e Inès de la Fressange recordó con emoción la última vez que pudo verlo. "Fue en septiembre. Asistía a su último desfile de Chanel. Por primera vez, él me tomó de la mano y no me soltó", recordó emocionada.

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